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24 junio 2008

Entrevista a Jorge Garbajosa

Europa Press

"No me gusta hablar de mi futuro en un acto como éste porque tengo a mis agentes que están valorando ofertas y cuando haya alguna concreta me la harán llegar y tendré que tomar una decisión, pero no es algo que me quite el sueño ahora mismo. Me lo tomo con mucha calma e intentando valorar una decisión muy importante para mi futuro con calma y tranquilidad", subrayó el internacional al término de la firma de un protocolo de la Comunidad de Madrid con clubes madrileños.

Por eso, 'Garbo', que rescindió su contrato con los Raptors hace unas semanas, desconoce dónde jugará estas campañas. "No sé donde voy a acabar jugando, no tengo ni la menor idea, pero me apetece jugar al máximo nivel, intentar competir y estar en un equipo importante", explicó, dejando en el aire si será en España o en el extranjero, ya que dependerá de lo que le "ofrezca el club, de sus aspiraciones, del proyecto deportivo porque hay muchas cosas que valorar".

De esta forma, el ex jugador de los Raptors se mostró "ilusionado" por formar parte del equipo de Aíto García Reneses que esté en Pekín. "En una semana nos concentramos para preparar los Juegos y con la ilusión de ganar un puesto entre los 12 definitivos que vayan a Pekín", dijo.

"El ganarme un puesto en la selección es algo comprensible por la calidad de los jugadores que hay y también por mi situación que es un poco anómala y no se me caen los anillos el competir con jugadores de mucho nivel y espero que si no voy yo mis compañeros lo harán bien", subrayó el madrileño.

Por último, Jorge Garbajosa, que sigue ultimando su puesta a punto, reconoció que intenta "olvidar la lesión". "Tengo el alta médica, estoy entrenando muy fuerte y no tiene por qué haber ningún contratiempo y por eso estoy muy contento", concluyó.

vía feb.es

14 abril 2008

Entrevista con Rudy Fernández


Entrevista a Rudy Fernández en el El Mundo . El titular lo dice todo: 'Mi físico no es el idóneo para la NBA, pero la calidad manda'

FRANCISCO CABEZAS | GERMÁN ARANDA 
La ACB está viviendo quizá los últimos meses de Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 1985) en la competición. A la espera de que Portland, el equipo donde ya juega Sergio Rodríguez, lo pueda incorporar en verano, el alero mallorquín lidera con maestría a un DKV Joventut que entusiasma. Tan descarado en la pista como tímido ante la grabadora, Rudy se siente preparado para dar el gran salto a la NBA.
Pregunta.– Dos veces MVP de la Copa del Rey, una medalla de oro en un Mundial, una de plata en un Europeo. Además, el próximo verano disputará su segundos Juegos Olímpicos con apenas 23 años. Todo va muy rápido. ¿Asimila bien tanto elogio?
Respuesta.– Los elogios hay que dejarlos a un lado para seguir mejorando. Esta vida consiste en estar un día de euforia, y justo después, volver a cambiar el chip y ponerse a trabajar. Además, que la gente hable de ti quiere decir que lo haces bien y que debes seguir en la misma línea. También creo que he luchado mucho para llegar a este punto y poder recibir todos estos premios, reconocimientos y también las medallas.
P.– Su padre fue jugador de baloncesto, también su madre y su hermana. ¿Su destino estaba escrito?
R.– Bueno, de pequeño comencé jugando al fútbol.
P.– ¿Y se le daba bien?
R.– No se me daba mal. Metía goles, sí. Pero siempre estuve rodeado de gente de baloncesto. Ya empecé desde pequeñito a ver mi padre en la cancha, y acabó por gustarme. Es el deporte que he mamado siempre.
P.– Dicen que también destaca en otros deportes.
R.– Si me das una pelota, sea de lo que sea, la acabo dominando. En verano, por ejemplo, me gusta mucho jugar al tenis, voley playa... cosas así. No soy un patoso.
P.– ¿Qué papel ha jugado el que quizá sea su padre deportivo, Aíto García Reneses?
R.– Llevo ya cinco años con él y me ha ayudado en muchas cosas. Sobre todo mentalmente. Gracias a eso estoy donde estoy. También Pepu me ha ayudado muchísimo en el trabajo psicológico para poder ser mejor.
P.– ¿El éxito de sus métodos radica en la cercanía que mantienen con todos los integrantes de la plantilla?
R.– Eso es lo bueno de un entrenador, y que también te deje tu espacio, que te deje debatir los temas con él. Muchas veces, otros técnicos se cierran en su trabajo y no dejan al jugador aportar las cosas que ellos piensan. Aíto y Pepu son todo lo contrario. Ellos quieren que tú les digas dónde te sientes mejor.
P.– ¿Y acaban haciéndole caso?
R.– No, no haciéndome caso, sino que a veces se amoldan al tipo de juego que tengo yo. Es importante mantener el buen rollo con el entrenador. Tanto Aíto como Pepu te lo dan, y saben que hay momentos para todo. Puedes hacer bromas con ellos y, por otro lado, sabes cuando llega el momento de estar muy serio y concentrado.
P.– Aíto no parece bromista...
R.– Es cuestión de conocerlo. Le gustan mucho las bromas. Puede llegar a ser divertido.
P.– Pero quien le hizo debutar fue otro histórico, Manel Comas.
R.– Era bromista también. Un tío mucho más extrovertido, mucho más nervioso que Aíto. Aunque le costaba un poco confiar en los jóvenes. Creo que en aquel momento me gané la confianza, pero no tuve la oportunidad de demostrarle mi potencial.
P.– ¿Sin Aíto, usted hubiera tenido la misma proyección?
R.– Estoy segurísimo de que con 18 años, y con otro técnico, no habría tenido las mismas oportunidades. Es justo lo mismo que está viviendo Ricky ahora mismo. Los dos somos jugadores de talento, pero jóvenes. Y quizá hay quien piense que puede ser una locura que chicos tan jóvenes compitan al más alto nivel. El caso es que nuestro entrenador nos da libertad y nosotros, como somos muy explosivos y tenemos mucho morro, la aprovechamos.
P.– Hace ya cuatro años, confesó que para llegar a la NBA le hacía falta ganar peso. ¿Ha engordado ya por fin para dar el paso?
R.– [Ríe] Bueno, no... Físicamente me veo un poco mejor que hace cuatro años. Pero es cierto que, a lo mejor, mi físico no es el idóneo para estar en Estados Unidos. Aunque, ojo, cuando Pau marchó a la NBA, estaba como yo. Y sólo hay que ver cómo está ahora. Allí se trabaja mucho más el físico, y puede ser que cuando esté allí pueda mejorar en ese aspecto. No obstante, al final, la calidad manda.
P.– ¿Le aburren las pesas?
R.– No es que me aburra, pero es difícil... Yo empecé a hacer pesas cuando comencé a entrenar con el primer equipo. Al no estar acostumbrado al gimnasio, hacía dos días de pesas y luego llegaban las agujetas, por lo que costaba entrenar. No he sido de estar en el gimnasio todos los días, aunque en verano me pongo a ello y hago mi trabajo.
P.– Los ojeadores de la NBA se hartan de decir que para jugar en su liga hace falta un físico robusto para aguantar los bloqueos.
R.– He jugado contra Iverson y tampoco vi que estuviera muy fuerte. Por ejemplo, Juan Carlos [Navarro] tampoco tiene un físico privilegiado y lo está haciendo muy bien. Si hay talento, es igual que seas delgado, gordo... ¿Recuerdan a Harper Williams? Estaba gordo y metía 20 puntos.
P.– ¿El camino hecho por Pau Gasol en la NBA sería el idóneo? Es decir, empezar en una franquicia en la que puedas tener cierto protagonismo hasta dar el gran salto.
R.– Sí y no. Creo que Pau en Memphis se estancó unos años. Es lo que dice Juan Carlos, que intenta hacer sus números porque su franquicia no le aporta competición. Lo que sí que tengo claro es que por mucho protagonismo que tuviera, si compitiera para perder, no merecería la pena.
P.– Dejan Bodiroga sacrificó su carrera en la NBA para ser el mejor de Europa. ¿Por qué ese caso es una excepción?
R.– No siempre. Papaloukas podría estar en la NBA y lleva muchos años jugando y ganando títulos en Europa. Depende de los sueños que tengas. El mío es jugar en la NBA, con los mejores.
P.– Por cierto, ¿prefiere un robo de balón o un mate?
R.– Siempre una asistencia.
fuente I El Mundo

04 marzo 2008

Ismael Santos, corazón blanco

Ismael Santos vive en Italia apartado del mundo del baloncesto. Está pensando en mudarse a Francia, donde le sería más sencillo conjuntar trabajo y montaña. Esta última es pasión descubierta gracias a mujer, Kay Rush. Atrás queda su carrera deportiva, sus años en el Real Madrid, del que llegó a ser capitán y con el que ganó, entre otros títulos, la última Copa de Europa conquistada por el equipo blanco. En el recuerdo, la imagen de un especialista en defensa, por necesidades del guión, que tuvo la gran noche de su carrera –al menos es la que ha quedado en la mente de los aficionados- cuando secó a la estrella del Knorr de Bolonia Predag Danilovic. Las necesidades del equipo, las exigencias de sus entrenadores y la calidad de sus compañeros le hicieron convertirse en un especialista, lo que acabó sepultando las habilidades en ataque del que fue jovencísimo debutante en el primer equipo del Real Madrid.
abc.es

La decisión de retirarse definitivamente del baloncesto, aunque “nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro”, llegó tras poder tener la oportunidad de ver el mundo de la canasta desde otro punto de vista. “Después de decidir retirarme me tomé un año sabático. No me llamaba demasiado la atención seguir en el baloncesto, quizás soy demasiado purista y romántico para el mundo en que vivimos. De todos al final trabajé para una agencia de representantes. Durante un año y medio llevé a cabo la labor de scouting y aprendí cómo es ese trabajo y todo lo que lo rodea. Era mi primera experiencia profesional al margen del baloncesto y me sirvió para saber que no quería trabajar en algo que tuviera que ver con el baloncesto profesional. Cuando estás jugando vives como en una burbuja y luego, cuando aterrizas en la realidad, te das cuenta de todo lo que hay en ese mundo. Tampoco creo que haya que descartar nada en la vida, pero en estos momentos no me veo dentro de una organización tal y cómo está montado esto. No es una crítica, simplemente las cosas son así y las personas nos acoplamos ante las circunstancias y si algo no te gusta, simplemente no debes hacerlo, sobre todo cuando las cosas van contra tus principios”.

La decisión de elegir un devenir profesional alejado de las canchas ha tenido su reflejo en su actitud como espectador. “Como aficionado sigo muy poco el baloncesto. En directo, en los últimos años, sólo recuerdo asistir al debut como entrenador de Sasha Djorjevic, y fui porque tengo una buena relación con él; de hecho, vive también aquí y nos vemos de vez en cuando. Por televisión veo algo más, sobre todo la Euroliga ya que no tengo la posibilidad de seguir la ACB”.

Ricky Rubio


El caso de Santos, salvando el hecho de que se trata de épocas y situaciones distintas, nos recuerda a la reciente aparición de la joven sensación verdinegra Ricard Rubio. En su primera temporada completa como jugador ACB, Rubio ha adoptado teóricamente un papel secundario en la rotación badalonesa, olvidando su explosión anotadora en la final del Europeo sub16 del año pasado, pero ha destacado sobremanera a la hora de defender a sus pares. Ismael Santos, antes de dar el salto a la ACB era también un gran anotador.

“A Ricky Rubio lo vi jugar por primera vez hace un par de años, en un campeonato de España cadete cuando yo trabajaba todavía como “scouting”. Este año lo he visto contra Olympiacos y en algún otro partido. Tiene unas manos impresionantes que le ayudan a la hora de rebotear, pasar y robar; en lo de robar me recuerda mucho a Ricky Pittis. Son esa clase de jugadores que llegan a todos los balones. Para hacer lo que está haciendo tiene que tener una cabeza privilegiada y, desde luego, en la cancha no se le ve nada tímido”.

El especialista defensivo


Siempre nos quedará el interrogante de qué hubiese sido de la carrera del excapitán blanco si se le hubiese librado de la exigencia de ser el secante del equipo, si hubiese tomado la decisión de dejar al Madrid de sus amores y haber probado ser otra clase de jugador en otro lugar. “A veces me he hecho esa pregunta, y desde luego me la han hecho muchas veces, pero no tiene respuesta. No sería ni justo ni honesto conmigo mismo pensar que, de haber sido las cosas diferentes, yo hubiese acabado siendo otro tipo de jugador. Nadie más es responsable de la propia carrera que uno mismo. Puede que me encasillase en ese “roll” de jugador defensivo y me impusiese una especie de barrera psicológica que luego no fui capaz de superar”. Algo de ello tuvo que haber, porque un jugador no se olvida de las aptitudes atacantes que ha tenido desde niño por tener que asumir un papel muy específico en su equipo. “Luego cuando echábamos concursos de tiro entre los compañeros del equipo podía meter casi las mismas canastas que Alberto Herreros o Alberto Angulo”.

Aunque la pregunta anterior le será planteada continuamente por todos los aficionados con los que se encuentre, Ismael es consciente de que todas las aportaciones suman a la hora de conformar un conjunto. “Dentro de cada equipo siempre me he dado cuenta de mi importancia. He tenido suerte de “ver” el baloncesto desde joven. El estar en un equipo campeón hacía que supiese qué hacer para jugar, siempre sabía adecuarme al equipo. Intenté seguir el ejemplo de los grandes jugadores que saben hacer en cada momento lo que el equipo necesita: a veces pasar, a veces anotar, otras defender. El baloncesto está hecho de muchas cosas y sólo una de ellas es meter puntos. Si tienes que renunciar al brillo de tu actuación personal, tú eres consciente de que lo haces por el bien del equipo, tú lo sabes y tus compañeros también. No me costó asumir ese papel porque tenía la mentalidad del baloncesto como juego de equipo, para formar un grupo hay que sacrificarse. Personalmente no me importaban las estadísticas, muchas veces son engañosas. Siempre se ve más al jugador que mete más puntos, pero yo no me fijaba en la opinión de los periodistas o los aficionados. Me preocupaba mi responsabilidad. Si no te reconocían lo que hacías pues bien y si no también. Las cosas se deben hacer cuando están de acuerdo con los propios principios”.

Un romántico del baloncesto


Santos siempre tuvo su propia opinión de lo que era importante y de lo que no lo era. En la cancha y en la vida. Tras participar en la liga ACB durante nueve temporadas llegó el momento de plantearse el futuro. “Yo tenía una idea romántica del baloncesto, pese a ello no vivo de recuerdos ni miro al pasado si no es para aprender. No soy nostálgico. Siempre había pensado que mi ilusión era retirarme en el Madrid y este equipo era para mí un sinónimo de jugar al baloncesto. A pesar de ello, cuando llego el momento lo acepté”.

Cuando llegó ese momento llegó también una gran oportunidad deportiva y vital. En el plano deportivo no fue una experiencia demasiado prolongada ya que el base-escolta orensano decidió colgar las botas a la edad, apenas rebasada la treintena, en que otros jugadores empiezan a vivir una segunda juventud. “La experiencia en Treviso fue preciosa. Entonces el Benetton era, con diferencia, la mejor organización de Europa. Allí jugué una final de liga y gané una Copa de Italia. De todos modos, el baloncesto había muerto un poco dentro de mí. Por esa sensación y por algunos problemas físicos tomé la decisión de retirarme. El breve paso por Grecia -4 meses- fue casi para decidir qué hacer con mi vida. En la vida hay que hacer las cosas con pasión. Podría haber continuado, como me recomendaba la gente, ganando un buen dinero, pero lo hubiese hecho sin ilusión. Si hubiese podido seguir en el Madrid seguramente hubiese seguido jugando, pero hubiese sido por una cuestión sentimental, porque tenía una identificación total con el equipo. En cualquier caso, no estoy arrepentido de nada”.

Ese romanticismo deportivo del que hace gala Ismael se trasluce en su idea de lo que debe ser un equipo, en lo que deben ser las bases que sustenten el deporte que le ha dado tanto. “Si yo pudiese formar un equipo de basket, lo haría con jugadores de la casa a los que sumaría un par de extranjeros con capacidad para aportar tanto dentro como fuera de la cancha. Aportar valores y principios. Creo firmemente que es eso lo que te da la victoria, siempre puedes encontrar jugadores capaces de meterte 25 puntos, pero jugadores que se sacrifiquen, que se tiren al suelo peleando por un balón... Formar a tus jugadores te da la posibilidad de darles unos valores, hacer que sientan cariño por una camiseta, eso sólo puede pasar con jugadores de fuera después de varios años en un club. Quizás sea un romántico o un tonto, no sé”.

Queda tiempo para echar una mirada atrás, al momento en el que todos nos empezamos a interesar y a entusiasmar por el deporte. “Cuando me aficioné al baloncesto en Orense, en mi colegio lo hice por ver jugadores contra jugadores, ver a un Solozábal contra un Corbalán, a Epi contra Iturriaga o a Fernando Martín contra Audie Norris. No me llamaba el partido en sí, aunque fuese un Barcelona-Real Madrid. Esos enfrentamientos me aportaban más que el propio juego o el marcador del partido. Se pierde la ilusión por el juego cuando no te puedes identificar con los jugadores, cuando no conoces a nadie. Al menos, es mi manera de ver el baloncesto”.

*esta entrada es el resumen de una conversación telefónica con Ismael Santos en el verano de 2007

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02 febrero 2008

Entrevista a Pau Gasol

En la propia página web de Pau Gasol se ha publicado una breve entrevista con motivo del traspaso del jugador.

Ya en Los Ángeles, Pau nos transmite sus primeras impresiones mientras pasa la revisión médica. Desde el primero momento se notan las diferencias; escuchamos a Pau hablando con los médicos mientras ven las primeras radiografías:

- ¿Todo bien?, pregunta Pau.

- Sí, todo bien, perfecto - le contestan en claro castellano.

- Pau, lo primero felicitarte, imaginamos que estas feliz y contento; en España la noticia está teniendo un eco enorme y ocupas espacios en todos los medios. Jugar en los Lakers, ¿es el máximo que puedes pedir?

Sí, estoy como en una nube, para mí es muy importante, no cabe duda que Lakers es un franquicia líder, histórica. Estoy muy halagado de poder ser parte de ella, muy ilusionado, con ganas de empezar a estar ya con el equipo y adaptarme a mi nueva situación. De la noche a la mañana he pasado de estar en una situación difícil, complicada a nivel de grupo y de juego, a una situación casi inmejorable.

- Kobe está encantado con tu fichaje. ¿Cómo es tu relación personal? Se vio que teníais sintonía en el All Star hace dos años.

Los dos nos respetamos como jugadores y tenemos una relación correcta y buena, nada más allá de haber hablado unas cuantas veces pero supongo que ahora al pasar a ser compañeros será más intensa y profunda. Trataremos formar una pareja para ayudar al equipo a ser mucho mejor.

- Juego interior de los Lakers con Lamar Odon y Byrunt, ¿cuál crees que será tu papel?

Espero que sea importante, lo veo muy bien, es un sistema de juego en el que yo entro casi a la perfección. Tengo ganas de habituarme a él, sentirme cómodo y hacer mejores a mis compañeros.

- Las aspiraciones del equipo ahora: ¿Título o pasar rondas de los playoffs?

De momento conseguir el mejor récord, el mayor número de victorias, estamos en una situación muy buena para conseguir la mejor posición en cuanto a playoffs se refiere; hay que tomarse cada partido como vital, en la situación actual una victoria puede marcar diferencias en el posicionamiento final. Una vez que estemos en los play-offs, pues hay que seguir igual, partido a partido con mucha convicción y mucha confianza.
Tenemos una gran plantilla y aspiraciones a todo.

- ¿Crees posible seguir en tus números en Los Ángeles?

No es algo que me preocupe ahora, lo primero que me preocupa es adaptarme y ajustarme a la situación del equipo lo antes posible. No voy a preocuparme de nada que sea relativo a mí como individuo, todo va a ser a base de conseguir victorias y mejorar como equipo. Luego encontraré maneras de producir y contribuir al máximo. Lo iré viendo a medida que pasen partidos.

- Te vas de Memphis, ¿qué balance haces de tus años en Memphis?

Una parte de mí esta triste a nivel personal por dejar atrás a una serie de amigos y compañeros que con los que he estado muchos años. Hemos pasado momentos importantes, juntos hemos dado todo y hemos tratado de que la situación siempre fuera a mejor; a veces lo hemos conseguido y en otros momentos nos ha costado mucho y no hemos tenido éxito. Siempre tendré un sitio en mi corazón para la ciudad de Memphis que me ha dado 6 años y medio de vida, aportándome mucho como persona y por supuesto como jugador.

- La lesión de la espalda, ¿cómo está?

La espalda esta mejor, he tenido molestias que me han apartado de los últimos partidos, pero ya ha avanzado bastante y en unos días estaré en condiciones.

- ¿Para cuándo una presentación a la prensa?

No hay nada definido aún, durante los próximos 10 días haremos algo, tenemos una serie de 7 partidos fuera de casa intensa y hay que estar ya centrado en los resultados, pero a lo mejor se hace algo en Washington mañana.

- Vivir en LA, ¿ cómo crees que va a ser el cambio?

No lo sé, va a ser diferente pero aún no conozco y no se casi nada de cómo va a ser mi vida aquí, pero imagino que muy buena. Los Ángeles es una gran ciudad y aquí todo tiene más relevancia, todo se magnifica.

29 julio 2007

Entrevista a Rudy Fernández

fuente RFEB

Por Alvaro Quirós

¿Cuál fue el primer Europeo que jugaste a nivel de Selección?

-Pues creo…, que fue en cadete. Con esa selección quedamos terceros del campeonato.

¿Cuál es el primer Europeo que viste?

Bueno tengo muy bien grabado el europeo en el que se perdió la final ante Lituania. Recuerdo algunos más pero ese especialmente.

¿Cómo os veis de cara al Europeo?

Para ser los primeros días muy bien, hemos trabajado el rebote y el contraataque, pero de momento se irá evaluando conforme vayan pasando los entrenamientos.

¿Os va a afectar el papel de favoritos?

Bueno, yo creo que siempre afecta y más siendo campeones del mundo. La gente está muy exultante con el Eurobasket’07, así que la verdad que tenemos esa presión y esperamos nos defraudar a la afición española.

¿Qué opinas de los rivales de España?

La verdad que ahora poco a poco iremos viendo sus partidos, pero yo creo que los de siempre son los grandes favoritos. Yo pienso que Grecia, Alemania, Lituania… Italia es un equipo muy joven que puede dar guerra, bueno yo creo que también Croacia, aunque con la baja de Vujcic no sabemos cómo va a reaccionar, y también Francia y Turquía.

¿Cómo ves el impacto mediático tras el oro de Japón?

Sobre todo nos hemos dado cuenta al llegar a San Fernando que hay muchos aficionados que nos apoyan, que están con nosotros en todo momento y eso es bueno para un deporte como el baloncesto, que toda la gente no esté pendiente del fútbol en verano sino que cada vez se está viendo otros deportes que también pueden estar arriba.

De ganar, ¿alguna celebración especial?

Yo creo que ahora es en eso en lo que menos piensas porque debemos de ir ganando partido a partido y centrarse en los trabajos que tenemos en los entrenos y cuando llegue el momento pues llegará y ya buscaremos algo.

Ahora que tu hermana Marta está allí en Los Ángeles, hay mucha gente que dice que deberías acompañarla.

Bueno yo pretendía ir, pero creo que se me puso un pelín complicado, aunque al final he sacado una cosa que yo quería que era renovar con el Joventut y poderme ir el próximo año.

11 junio 2007

Entrevista a Mike Hansen

Pedro Bringas

La escena sigue fresca en la memoria. El Forum Valladolid acaba de ganar un partido igualado. Cuando los últimos aficionados están abandonando las gradas, de los vestuarios sale el base del equipo local. Es un jugador rubio, de ojos azules y tez muy blanca; cualquiera le habría tomado por un guiri. Se dirige, con un balón en sus manos, a la canasta en la que ha fallado, casi al final del partido, un par de tiros libres que podían haber permitido a su equipo sentenciar antes. Los aficionados más jóvenes saltan a la cancha y rodean la bombilla. Se planta y empieza a lanzar.


El base se llamaba Mike Hansen. El mismo jugador que, a sus treinta y siete años, se resiste a abandonar las canchas de baloncesto. El base de Torrejón de Ardoz ha sido internacional absoluto con la selección española, ha jugado en la ACB (Estudiantes, Valladolid, Huelva, Murcia y Cáceres) y en Alemania (Bayer Leverkusen y Brandt Hagen). En su hoja de servicios también consta que fue capitán del equipo de su universidad -Louisiana State University- donde compartió vestuario con un tal Shaquille O´Neal. Casos de longevidad deportiva hay muchos, pero pocas veces nos encontramos con jugadores que han jugado al máximo nivel y que deciden seguir jugando en un equipo modesto, cuando no les obliga nada más que la pasión por su deporte.

En la actualidad, Mike juega en el UFC Zamora, que compite en el grupo A de la liga EBA. Llegó a Zamora después de que su periplo alemán terminase abruptamente. En Alemania, con el Bayer Leverkusen, había disputado la Euroliga y la final de la Bundesliga, pero su siguiente etapa en tierras germanas, en el Brandt Hagen, no fue tan positiva. “Jugué allí mi último año y fue una mala experiencia, el equipo tenía problemas económicos y cuando volvimos de las vacaciones de Navidad nos reunieron a todos y nos comunicaron que disolvían el club porque no había dinero. Así que teníamos que buscarnos equipo a mitad de temporada”. Fue un golpe duro, y Hansen decidió que había llegado el momento de dejar el baloncesto profesional. Su familia le había estado siguiendo en su periplo por la ACB y la Bundesliga. Mario, su hijo mayor, tenía ya edad para empezar el colegio y la familia quería establecerse en Valladolid. Entonces surgió la posibilidad de comenzar un negocio con Sergio Luyk y decidió arriesgarse. “Pensé que mi familia ya se había sacrificado bastante por mi carrera. Mis hijos y mi mujer necesitaban una estabilidad, ella es de Valladolid y mientras jugaba en España todo iba bien, pero luego, en el extranjero, sufrió mucho. En Alemania la vida era muy dura para ella. Yo estaba en lo mío, iba a entrenar, y se me pasaba volando el día. Así que, aunque tuve ofertas para jugar en la LEB, tomé la decisión de arriesgarme, no jugué el final de aquella temporada y me dediqué cien por cien al negocio”.

Mike, no obstante, decidió intentar compatibilizar su recién iniciada vida laboral con el baloncesto. En la temporada 2004-05, fichó por el Palencia de la liga EBA. Esa temporada, el equipo castellano consiguió el ascenso a la LEB 2, pero la exigencia en la categoría superior era ya demasiada para un jugador cuyo “modus vivendi” no es el baloncesto. “Había que ir a entrenar a diario, pero yo ya tenía mi empresa y necesitaba viajar a Madrid con asiduidad. Así que cuando me llamó Gerardo Hernández de Luz (el presidente del C.B. Zamora) me decidí por Zamora. Allí han confiado en mí, cosa que agradezco muchísimo, ya que me han dejado compaginar el trabajo con el baloncesto. Esta es mi segunda temporada allí y estoy encantado”.

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