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07 noviembre 2010

Baloncesto, publicidad y posmodernidad

Ignacio López-Calvo

Alguien debería hacer un estudio de este fenómeno. LeBron James le falta el respeto a su equipo y a su ciudad anunciando que se va a otro equipo en la última semana para humillar a su equipo anterior y encima lo hace en una entrevista en la tele y con todo tipo de pompa. Sus ex hinchas (o exhinchas según las nuevas reglas de la academia) y los comentaristas deportivos lo critican y él responde, sin cortarse un pelo, por medio de un anuncio de Nike. La reacción no se hace esperar: la gente responde al anuncio con un vídeo sumamente crítico, colgado en YouTube, que lo tilda de traidor y de quitter, algo así como un derrotista, alguien que se rinde a la mínima, que no persevera. Todo muy postmoderno (incluyendo el que la gente no se movilice para protestas sociales, pero sí para estas estupideces...).

Me enorgullece, por otra parte, ver que Pau Gasol utiliza la publicidad para lanzar mensajes menos egocéntricos y narcisistas, dedicándose a promocionar Unicef.


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02 junio 2009

Unos a Siberia y otros al Edén

Ignacio López Calvo

Después de un largo letargo autoimpuesto por la falta de competición que noté en la serie contra Utah, seguido por el bochorno de ver a Pau avasallado por los ala-pívots de Houston (todos mucho más bajos que él), retomamos el teclado con energías renovadas tras la excelente actuación del catalán contra Denver. Aunque lamentablemente sigue empeñado en esperar a que le llegue el doblete defensivo para luego conformarse con un pase o una asistencia, en vez de ir al aro como debería hacer, la verdad es que sus números fueron excepcionales y me ha devuelto la sonrisa.

Pau GasolImage by Keith Allison via Flickr
Empezamos, por tanto, por los que ya están en Siberia (Marc Gasol) y el que parece que pronto le hará compañía: Ricky Rubio. Con el número dos en el draft de 2009, parece muy probable que los Grizzlies elegirán a Rubio, quien probablemente será superado solamente por Blake Griffin (pobrecito éste también, que acabará vegetando con los Clippers). Lo único bueno que tiene lo de acabar en Memphis es que tendrá a un compatriota haciéndole compañía (y con éste ya van 4 jugadores españoles que pasan por la ciudad). Esperemos que no acabe tan decepcionado como Navarro, que se volvió (en mi opinión, con el rabo entre las piernas) al Barça.

Y del infierno pasamos al cielo: Pau está a un paso de cumplir su sueño de conseguir el anillo que se le escurrió de las manos el año pasado. La diferencia ahora es que los Celtics del año pasado tenían una de las mejores defensas que se han visto en la NBA desde hace muchos años. Este año en cambio, ni los Cavaliers del maleducado y mal perdedor de LeBron (que no se dignó a saludar a Superman Howard, su compañero de equipo en la selección tras el partido que lo mandó de vacaciones) ni los Orlando Magic tienen el talento de Boston. Si en Boston había tres jugadores que acabarán sin duda en el Hall of Fame, en Orlando no hay nadie con la experiencia de haber jugado una final de la NBA ni de llevar el codiciado anillo en el dedo. Estoy convencido de que eso acabará marcando la diferencia, a pesar de la irregularidad de que están haciendo gala los Lakers en estos playoffs.

Si bien en los Lakers sólo Kobe y Fisher tienen esa suerte, se puede decir que Pau Gasol ha pasado por el Olimpo con las medallas ganadas con la selección española y sus éxitos en la liga española. En cualquier caso, las cadenas de televisión norteamericanas no deberían estar tan decepcionadas por no haber conseguido su anhelado duelo Kobe-LeBron; por algo Howard batió todos los récords con tres millones de votos para el partido de las estrellas: es sumamente popular también.

Sobre el papel, los Magic lo tienen todo: el juego interior de Superman; el tiro exterior de Turkaglu y Rashard Lewis; un buen base en el recién fichado Rafer Alston y la posible recuperación anticipada de Jameer Nelson para la final; incluso cuentan con el novato Courtney Lee y el robo de Mickael Pietrus, que no les salió mal. Y no tienen la altura de los Lakers, pero casi.

En Orlando ya le han robado el grito de Beat L.A. (ganad a los Lakers) a Boston. Pero mi pronóstico es que como en 1995, volverán a quedarse a las puertas. Eso sí, yo creo que no les barrerán, como hicieron Hakeem Olajuwon y los Rockets, sino que Disneyland le ganará a Disneyworld en seis partidos. A ver si acierto y podemos celebrar otro éxito del deporte español con el anillo de Pau.

11 abril 2009

El futuro

Ignacio López Calvo

Ricky Rubio quiere entrar en el draft de la NBA de junio de 2009 y, como cumple 19 a finales de 2009, no habría problemas con su edad. A sus 18 años y después de jugar 4 en la segunda mejor liga del mundo (donde ha promediado 9,3 puntos, 6,4 asistencias y 2,1 robos de balón en 21 minutos por partido), parece que se siente preparado… y seguramente lo está. O al menos eso piensan muchos gerentes y comentaristas de la NBA.

Lo malo es que hay un pequeño problema: el equipo que lo quiera fichar tendría que comprar su contrato multimillonario con el DKV Joventut y en estos tiempos de crisis, la cosa no está tan fácil. Está estipulado que los equipos de la NBA pueden pagar un máximo de 500,000 dólares para comprar contratos de jugadores extranjeros, con lo que Rubio tendría que usar la mayor parte de su sueldo del primer año para comprarlo el mismo. Lo mismo pasó por varios años con Navarro, aunque, claro, éste no tenía el halo que se ganó Rubio en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Nadie duda que estaría entre los 10 primeros del draft, pero se habla incluso de que podría incluírsele entre los 5 primeros. Las comparaciones con la leyenda Pete “Pistol” Maravich son constantes no sólo por su forma de jugar sino también por su parecido físico.

Aparte de su participación en las Olimpiadas, ha sido gracias a YouTube por lo que su reputación ha subido como la espuma. Los vídeos que han colgado sus admiradores han hecho que se le caiga la baba a más de un general manager de la NBA. A raíz de ello, salieron artículos en periódicos y revistas en los que lo catalogaban de “genio” (aunque comentan también que tiene que mejorar su tiro de media distancia), se le dedicaron segmentos de programas de televisión, en fin, algo que yo nunca había visto desde la llegada del gigante chino Yao Ming. Hasta el entrenador del equipo olímpico de EEUU, Mike Krzyzewski bromeó que había oído rumores de que se querían matricular en Duke, para jugar con él, claro.

Y ahora ha aparecido, según un artículo de Marca de ayer, la versión femenina de Ricky Rubio: Alba Torrens, la alero mallorquina de más de 1,90 del Celta Indepo y de la selección española, que acaba de ser incluida en la lista pre-Draft de la WNBA. Eso no decide nada, pero indica claramente que los equipos la tienen en su radar. A sus 19 años es la más joven de toda la lista de jugadoras y una de las tres europeas incluidas, señala Marca. Su palmarés tampoco tiene tanto que envidiar al de Rubio: ha sido dos veces campeonas de Europa cadete y una júnior y participó en los Juegos Olímpicos.

En fin, parece que no hay mal futuro para el baloncesto español tanto masculino como femenino. Quién sabe, lo mismo hasta se conocen en Estados Unidos, tienen hijos (se rumorea que algo así hizo el gobierno chino con los gigantescos padres de Yao Ming) y nos sale el mejor/la mejor jugador(a) de la historia del baloncesto español, etiqueta que por ahora lleva colgada Pau Gasol, quien, por cierto, está haciendo una temporada de cine con los Lakers y puede acabar con un anillo de los gordos en el dedo.




20 marzo 2009

Gasol, el mago

Artículo de Ignacio López Calvo

En dos de los últimos partidos de los Lakers, Pau Gasol ha cuajado dos primeras partes espectaculares (10 canastas de 10 intentos y 6 de 7) sólo para acabar desapareciendo por arte de magia en el segundo tiempo. En el primer partido los comentaristas ya se preguntaban si acabaría batiendo uno de los muchos récords de Wilt Chamberlain: el de 18 canastas de 18 intentos. Al día siguiente, sin embargo, la prensa elogió a Kobe Bryant y a Trevor Ariza, pero no a Gasol, porque apenas metió un par de canastas en todo el segundo tiempo, que es cuando de veras cuentan.

De manera sumamente atípica, en las entrevistas después del segundo partido Gasol comentó que sí, que había sido una pena, y que le gustaría empezar a recibir más balones dentro. El comentario sorprendió a propios y extraños, incluido a mí. Primeramente, aquí hay un refrán que dice que cuando algo no está estropeado, no hay que intentar arreglarlo; los Lakers tienen el segundo mejor récord de la liga, después de los Cleveland Cavaliers de LeBron James, y nadie quiere oír quejas que suenen a los pucheros que hacía en su tiempo Shaquille O’Neal con los mismos rollos. Es la NBA y aquí todo el mundo (quitando cuatro o cinco como Gasol) piensa en sus propios porcentajes y en algún mate espectacular que pueda abrir la posibilidad a un contrato con Nike, más que en ganar partidos o títulos.

Es cierto que jugando de pívot, si los bases y aleros no te pasan el balón, no hay nada que hacer. No obstante, Andrew Bynum, el compañero de Gasol, nunca tiene ese problema. Cuando le pasan el balón, se la juega porque no hay tiro que le parezca demasiado difícil ni arriesgado. Segundo, pide constantemente que le pasen el balón, tanto con las manos como con su lenguaje corporal. No estoy sugiriendo que sea esto lo que tiene que hacer Pau; no es ese tipo de jugador. Lo que digo es que en el segundo tiempo de estos dos partidos, sí le pasaron de vez en cuando el balón a Pau y, aunque no hay duda de que estaba en racha y se deberían haber contado más con él en ataque, una y otra vez se optó por pasárselo a otros compañeros que a veces no estaban en tan buena posición. Así que luego que no se queje…

En mi modesta opinión, tiene que dejar de ser tan generoso en la cancha y sobre todo olvidarse de volver a lloriquearle a la prensa, cosa que no le apetece volver a oír a ningún aficionado de los Lakers ni mucho menos al chupón de Kobe Bryant (por cierto, ¿no había oído hablar de él Gasol antes de fichar por los Lakers?). Cuando juzgue que está en racha o que no les están pasando el balón lo suficiente, lo que debe hacer es exigir con su lenguaje corporal que se le pasen el balón y jugárselo sin contemplaciones. Si no entran, ahí está el Zen Master, su entrenador, para sentarlo en el banquillo.

En cualquier caso, sigo con la corazonada de que los Lakers ganarán el título este año, venciendo en 5 ó 6 partidos a los Spurs, y yendo a la final contra LeBron James y sus Cavaliers, quienes probablemente derrotarán a los Orlando Magic de Howard o a los muy lesionados Celtics.

10 marzo 2009

Falta salvaje

Artículo de Ignacio López Calvo

Observen en el vídeo la peligrosísima falta de Trevor Ariza a Rudy Fernández, que estropeó la victoria de los Blazers sobre los Lakers, la cuarta seguida en Portland. Al principio parece que Ariza va al balón, pero luego le pega en la cabeza y lo manda dando vueltas por el aire, lo que lo lleva a una mala caída. Los árbitros echaron a Ariza del partido después de deliverar (no sé realmente qué es lo que tenían que discutir).

Seguramente Lamar Odom será sancionado por salir del banquillo a defender a Ariza mientras éste se enfrentaba a Brandon Roy, el líder de los Blazers. A Pau Gasol se le ve cara de preocupación, pero se limitó a separar a los que andaban montando bronca. Lo mismo con Sergio Rodríguez, que se queda preocupado al ver a su amigo inmóvil en el suelo. A la caída escalofriante se unió lo de ver a Rudy saliendo de la cancha en camilla.

Afortunadamente, tras la hospitalización llegó la noticia de que esta falta estúpida, cuando el partido estaba perdido, no irá a más. La lesión no reviste gravedad.



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24 febrero 2009

El otro actor de reparto premiado

Ignacio López Calvo

Pau Gasol acaba de ser nombrado por segunda vez consecutiva jugador de la semana en la conferencia oeste. Cabe preguntarse qué no conseguiría si, emulando a su compatriota Rudy Fernández o a sus compañeros de equipo Andrew Bynum y Kobe Bryant, se chupara todo balón que pasara por sus manos. El caso es que con unos buenos porcentajes llega con frecuencia a los veinte puntos sin que se haya preparado una jugada para él: muchas veces son rebotes que coge, contraataques en los que llega antes que los aleros y bases, etc.

Por ello, en la NBA están empezando a reconocer que, como Penélope Cruz, Pau es también un gran actor de reparto y se merece sus premios. No en vano, desde que llegó a los Lakers, el equipo ha pasado de ser del montón a ser el mejor de la NBA en lo que va de temporada este año y el segundo mejor el año pasado. ¿Coincidencia? No lo creo.

Desde el 17 al 22 de febrero, la semana por la que acaban de volver a premiarle, Kobe-Batman y Gasol-Robin han ganado los cuatro partidos que han jugado. En ellos, Gasol tuvo una media de 20,3 puntos por partido (sin chupar nada, como digo, y con un acierto del 63,5%), 10,8 rebotes y 1 tapón. La gran hazaña de la semana llegó contra Atlanta, cuando obtuvo el tercer triple-doble de su carrera con 12 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias. Al siguiente partido, contra los Warriors, 24 puntos y 13 asistencias; contra los Hornets, 20 y 12; y contra los Timberwolves 25 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones. No está nada mal, ¿no?

A sus 29 años y gracias al traspaso a los Lakers y a la lesión de Bynum, está consiguiendo por fin el reconocimiento que merece. Pasó muchos años sin ir al partido All Star cuando quizás lo merecía y este año lo consiguió tan sólo por el voto de los entrenadores. A ver si sigue la racha y le vota también el público al año que viene.

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15 febrero 2009

¿Fernando Martín o Ricky Martin?

Ignacio López Calvo

Viendo la excelente actuación de Rudy Fernández en el partido de los novatos, se me ocurrió lo siguiente: se ha equivocado de competición; tenía que haber estado en el concurso de triples.

Como él mismo ha comentado después del concurso, el voto estaba ya decidido. Todo el mundo quería ver al pequeñín de 1:75m., Nate Robinson, contra el gigante Howard, los dos últimos campeones del concurso. De hecho, el comentarista, entre varias otras meteduras de pata, dijo que más le valía a Rudy Fernández hacer algo totalmente espectacular porque nadie sabía quién era y nadie le iba a votar. Inmediatamente, el otro comentarista le corrigió: bueno, pues Howard sí sabe quién es por el mate en su cara en la final de las Olimpiadas.

Para seguir en su tónica de bocazas, el susodicho comentarista, ni corto ni perezoso, espetó algo así como “¡qué lento sale a la cancha Rudy! Debe de ir al ritmo de su país”, a lo que el otro volvió a replicar: “¡Vaya, parece que has conseguido insultar a todo un país!”. Seguimos: se quita la camiseta Rudy para homenajear al fallecido Fernando Martín y el gracioso del comentarista, en vez de informarse (como lo hizo el otro), salta: “Y eso, ¿por quién va? ¿Por Ricky Martin?” Ya empezaba yo a estar un pelín quemado con los comentarios ignorantes y estúpidos hasta que veo que por fin ponen la foto de Fernando Martín con la camiseta de los Blazers y cuando la quitan, Rudy ya está en el aire en el primer mate. Traducción: aunque, todo hay que decirlo, su primer mate no fue gran cosa, no se vio entero por la tele, con lo que el voto de los espectadores no debería haber contado. Esa fue la primera injusticia.

La segunda injusticia, a mi juicio, fue el voto tan bajo que le dieron en el segundo mate. Es cierto que por haberlo conseguido en el último intento y por haber caído medio de lado, le quitaron puntos, pero había que recordarles a todos que Nate Robinson tuvo como 20 intentos el año que ganó el concurso de mates y precisamente por eso ahora hay un límite de tiempo y luego dos mates más. Además, el pase por la espalda que intentaba Gasol al principio era demasiado complicado y con eso se perdió tiempo. Eso lo debería hacer más bien un base, en vez de un pívot o un ala pívot (se entiende que quería que lo ayudara su compañero de equipo de la selección nacional; espero que Rudy Fernández se sienta un poquito culpable por irse con la novia de vacaciones a San Francisco…).

Hablando de cambiar las reglas, ojalá vuelvan a cambiarlas (una vez más por culpa de Robinson): no me parece justo que sea lícito pegarse un mate saltando sobre la espalda de alguien o apoyándote en su hombro, como hizo el de Nueva York. Por muy bajito que sea, eso no es jugar en igualdad de condiciones.

Howard no estuvo ni mucho menos al nivel del año pasado. El mate en el que subieron la canasta probablemente sólo lo pueden hacer él y Lebron, pero le salió tan fácil que no tuvo gracia. Lo mismo con el que saltó desde la línea de tiros libres. Aun así, sigo pensando que debería haber ganado, simplemente porque los mates de Robinson no fueron legales, aunque nadie le quita, claro, que sus saltos son prácticamente sobrehumanos. Bueno, aquí llega el momento de reconocer que probablemente no soy objetivo: Nate Robinson me cae francamente mal, porque es un engreído y se cree mucho mejor de lo que realmente es (como tantos otros en la NBA), mientras que Howard es un tipo muy educado, divertido y humilde.

Para resumir, Rudy lo hizo muy bien y tiene que estar orgulloso de su segundo mate; no tanto del primero. Yo sólo le pondría un “pero”: me decepcionó un poco el gesto de enfado que hizo al ver los puntos de los jueces, porque se le podría acusar de mal perdedor. Además, el abucheo del público al jurado ya dejó claro que la calificación había sido injusta. Lo que debe hacer, realmente, es pedir que lo apunten al concurso de triples, en el que tendría muchas más posibilidades tanto por sus habilidades como porque allí no importa la popularidad del jugador.

03 febrero 2009

Malos augurios

Ignacio López Calvo

Anoche Kobe Bryant metió 61 puntos en el Madison Square Garden de Nueva York. Probablemente, tenía en mente a Michael Jordan, quien solía reservarse sus actuaciones más brillantes para su visita a la Gran Manzana. Tras el partido, los medios de comunicación felicitaron a Bryant y mencionaron su buena forma, pero la victoria de los Lakers también se puede interpretar de otra forma: con la lesión de Bynum, Kobe ha encontrado la excusa que necesitaba para volver a las andadas. Ahora volverá a chupárselas todas y buscará el título de máximo anotador del torneo y el de MVP, en lugar de ganar el anillo.

El partido de ayer recuerda al Kobe y los Lakers de hace dos temporadas, donde la estrella se ponía su capa de superman, mientras sus compañeros servían para coger rebotes, defender, sacar de banda y hacer de espectadores o darle palmaditas cuando se pegaba un mate. Mala señal; o Phil Jackson lo pone en su sitio o los Lakers van a empezar a perder partido tras partido ya mismo. Y es que además, antes tenía excusas porque estaba en un equipo lamentable, pero ayer Gasol, por ejemplo, metió 31 puntos (12 de 17) y cogió 14 rebotes. Todo el mundo sabe que ahora tiene un buen equipo con gente que también sabe meter canastas, como Odom, Vujacic, Fish, Farmar, Ariza y compañía.

Ayer Kobe se olvidó de algo que llevaba temporada y media haciendo bastante bien: dar asistencias y robar balones. O entierra su ego o esta temporada será un fracaso. Esperemos que este partido haya sido una excepción, un baño de gloria que necesita su enorme ego de vez en cuando, y que se acuerde de que por lo menos otro de sus compañeros también participará en el partido de las estrellas el día 14, aunque haya tenido que esperar a la decisión de los técnicos para ello.

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29 enero 2009

Memoria de jóvenes airados

Ignacio López Calvo

De su nuevo álbum, Balmoral, el rockero catalán Loquillo ha sacado un vídeo con el que homenajea a la gran generación de baloncestistas que él denomina «jóvenes airados» por aquello de haberle plantado cara al fútbol. En las imágenes aparece él mismo, que ya va rozando los cincuenta años, jugando una pachanga en una cancha callejera de Badalona con unos envejecidos Epi, Solozábal y Jiménez, entre otras viejas glorias que no ganaron la plata olímpica.

Es de agradecer que alguien se acuerde de aquella generación dorada que nos hizo soñar a todos cuando consiguieron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 (afortunadamente para este equipo, la Unión Soviética boicoteó las Olimpiadas y Yugoslavia jugó un mal partido, con Drazen Petrovic eliminado por faltas personales). A los del vídeo se podrían sumar el difunto Fernando Martín, Chicho Sibilio, Corbalán, Iturriaga, Romay, De la Cruz y otros más que pusieron las bases de la potencia baloncestística en que se convertiría más tarde nuestro país.

Sería interesante que la selección española de la plata en Pekín jugara un partido homenaje (¿a todos ellos? ¿a Fernando Martín?) con los de la plata de Los Ángeles, ¿no?


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19 enero 2009

Rudy Fernández, al concurso de mates

Artículo de Ignacio López Calvo

Hoy mismo, hace unas cuantas décadas, Dr. Martin Luther King Jr. habló de un sueño que acaba de verse cumplido con la llegada del primer presidente afroamericano. Bueno, pues Rudy acaba de ver cumplido otro sueño, aunque bastante más modesto: el de ir al partido de los novatos de la NBA y participar en el concurso de mates.

Obviamente, lo tendrá más que difícil al competir con gente todavía más atlética que él pero yo creo que con que le hayan votado, ya ha conseguido una gran victoria: el 14 de febrero se convertirá en el primer jugador europeo de la historia en participar en un concurso de mates que resucitó el año pasado el otro Supermán (además de Shaq), Dwight Howard.

La fama de Rudy en este país se debe tanto a su increíble actuación en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín como a los espectaculares mates (alley-oops) que suelen llegar a manos de las buenas asistencias de su compatriota Sergio Rodríguez (quien, por cierto, debería darle el pase en el concurso pero ha preferido irse de vacaciones).

Para llegar ahí, Rudy ha tenido que derrotar, con una votación pública en internet durante dos semanas (es la primera vez que se hace esto), a dos atléticos competidores: el base Rusell Westbroook (del Oklahoma City Thunder) y el alero Joe Alexander (de los Milwaukee Bucks). Este último, en los vídeos promocionales que los tres colgaron en la página oficial de la NBA para que votaran por ellos, demostraba cómo podía tocar el aro con la nariz. Pero el resultado se veía venir porque los comentaristas televisivos se inclinaban por Rudy, un jugador que además de caer bien, tiene el morbo de que una nunca sabe con qué va a salir en la cancha. Además, su participación en los Trail Blazers ha sido mucho más significativa que la de Alexander con los Bucks.

El vídeo de Rudy, por cierto, era bastante gracioso, tocando la guitarra clásica (sin complejos con los estereotipos) sin saber tocarla y con un nivel de inglés de andar por casa (…y ya es mucho decir). Aunque sus demostraciones de mates para el concurso eran más bien poco ambiciosas, su excusa (expresada tanto en un inglés dubitativo como en un castellano con confianza) fue que si querían ver algo mejor, que votaran por él.

El mallorquín será uno de los cuatro participantes del concurso. Curiosamente, competirá con alguien que involuntariamente le dio la fama en Estados Unidos, dejándose dar un mate en pleno rostro en la final olímpica: Rudy lo metió en el póster, como se dice por estos lares. Se trata del flamante campeón de la última edición, Dwight Howard, el gigante de los Orlando Magic que consiguió resucitar un concurso que, para mí, llevaba muerto ya varios años. Con humor y con una capacidad de salto casi sobrehumana, consiguió varias calificaciones de 10 consecutivas.

Rudy competirá además con otro ex campeón del concurso: el pequeño jugador de los Knicks, Nate Robinson, quien, a mi juicio, ganó en 2006 no tanto por el mate que hizo (lo tuvo que intentar una infinidad de veces) como por el mérito de ser tan bajito (los que sois al menos tan viejos como yo recordaréis cómo en 1986 Spud Webb ganó injustamente a Dominique Wilkins ayudado también por su pequeña estatura). El cuarto contrincante será el compañero de Marc Gasol en los Grizzlies de Memphis, el atlético Rudy Gay.

Si el de Portland consiguiera la proeza de ganar el concurso (y por qué no soñar… ya tiene méritos igualmente increíbles en su palmarés), su nombre quedaría inscrito junto al de los míticos Julius Erving, Michael Jordan, Dominique Wilkins y otros cuantos más. Está difícil, pero no es imposible porque muchas veces no se trata tanto del mate en sí como de saber dar espectáculo con las caras y gestos que pones después del mate, la originalidad de la pirueta y del traje (recordemos el atuendo de súperman de Howard en la última edición del concurso), el caerle bien al público y sobre todo a los jueces, la originalidad del pase (la estrella de los Pórtland, Brandon Roy, será seguramente quien le dé el pase a Rudy), etc. Y Rudy, sin duda, personifica la novedad en el concurso: aquí la gente siente mucha curiosidad por él, sólo superada quizás por su compañero de selección, el próximamente NBAble Ricky Rubio.

Eso sí, si hubiera que hacer apuestas, yo diría que este año Howard se unirá a Michael Jordan y Jason Richardson, los únicos jugadores que han conseguido (o querido) ganar el torneo en dos ocasiones. Digo lo de “querido” porque otra manera de resucitar este antes moribundo torneo sería tener ahí a las verdaderas estrellas de la NBA (LeBron James, Kobe Bryant, Dwyane Wade y compañía…) pero, lamentablemente, como el dinero que ofrecen es insignificante para estos millonarios, pasan de concursar.

Para terminar, además de tener al mallorquín en el concurso de mates, tendremos el aliciente de verlo también en el partido de los novatos contra los de segundo año, junto con Marc Gasol, quien, por cierto, acaba de montar un buen escándalo criticando tanto la actitud de sus compañeros de equipo como a la organización de los Grizzlies (lo que me huele a que está siguiendo los pasos de Juan Carlos Navarro y pidiendo el traspaso urgente). Bueno, paro ya. No se pierdan el primer concurso de mates de la NBA en que participa un español.

18 noviembre 2008

Rudy Fernández y Marc Gasol. De novatos, nada.

Ignacio López Calvo

En Pekín Rudy Fernández dejó con la boca abierta a propios y extraños con este mate ante el pívot más intimidador de la NBA.

Para no perder las buenas costumbres, en los últimos partidos está acaparando las listas de jugadas más espectaculares, con mates reversos y acrobacias como ésta o ésta y es que de novato, tiene más bien poco. De hecho, entre los diez mejores "rookies" del momento, ocupa el número 4 y eso sólo, porque no juega bien cuando hay dos partidos seguidos; al segundo llega obviamente cansado. El otro día en Miami, aunque salió del banquillo, metió 25 puntos en 29 minutos, con 14 (5 d 5) en el último cuarto, que es cuando cuenta; o sea, que ganó el partido él solito, especialmente con la canasta que metió a 45 segundos del final.

El número 5 de la lista de "novatos", por cierto, es Marc Gasol que ya empieza a recibir doble marcaje desde que el otro día metiera 25 puntos y cogiera 17 rebotes contra los Warriors. Marc lleva un promedio de 11.3 puntos con un porcentaje de 56.7 en los tres últimos partidos, más 5.3 rebotes por partido y con un impresionante 93.8 por ciento de acierto desde la línea de tiros libres.

Lo mismo Rudy se lleva el premio al "novato del año". Está difícil, pero cosas más raras han pasado.

29 octubre 2008

El presente contra el futuro

Basketplayer Greg Oden                           Imagen vía Wikipedia
Artículo de Ignacio López-Calvo

En el primer partido de la temporada se enfrentaron el presente (Gasol y sus Lakers) contra el futuro (Rudy Fernández) y sus Blazers. Los Blazers son el segundo equipo más joven de la liga y para este año hay muchas expectativas. A la nada despreciable actuación del año pasado se une la recuperación del pívot del futuro, Greg Oden, y la llegada de Rudy Fernández. Pero ayer Kobe y compañía dejaron claro que, aunque los Lakers también son jóvenes, ellos representan realmente el presente.

De hecho, con la recuperación de Bynum yo me atrevo a presentarlos como favoritos, por delante de los campeones, los Celtics, o de los envejecidos Spurs, que llegaron a la final de la conferencia oeste y este año les toca ganar (ganan un año sí y otro no).

En cualquier caso, Fernández, con 16 puntos (el segundo máximo anotador de su equipo y del partido) y cuatro asistencias no jugó como un rookie, y los comentaristas se encargaron de recordar a los espectadores que ha jugado siete años en la segunda mejor liga del mundo.

Del base canario Sergio Rodríguez, no tengo más que decir que sigo sin entender qué hace en la NBA ni qué es lo que han visto en él. No me extraña que Aíto no lo llevara a la selección. O vuelve a España o chupará banquillo el resto de su carrera, me temo.

Gasol, por su parte, metió 15 puntos y auguro que tendrá la temporada de su vida, con Bynum de pívot. Si los Lakers defienden esta temporada como lo hicieron ayer y les respetan las lesiones, ganarán el anillo este año.

24 agosto 2008

El mate de Rudy Fernández

Artículo de Ignacio López-Calvo

Llega la hora de la venganza. Los españoles perdieron contra EEUU de 37 puntos hace una semana, en lo que fue quizás el mejor partido de los norteamericanos. Se dice que su debilidad es el tiro exterior pero contra España lo metían todo; sobre todo los triples. Antes, en Atenas, España estaba invicta pero acabaron séptimos por haber perdido un solo partido contra los norteamericanos, quienes ya llevaban dos perdidos. Una espectacular actuación del irregular Stephon Marbury, con 31 puntos, les costó las olimpiadas. Bueno, llega la hora de la verdad. El veterano Jason Kidd, de 35 años, tendrá en frente al jovencito Ricky Rubio, quien con 17 años será el medallista más joven de la historia del baloncesto olímpico (antes lo era Tachenco, con casi 19 años). La prensa de Estados Unidos insiste en que, probablemente, Ricky será el número 1 en el draft de dentro de un par de años. Desde luego, ha sido el jugador de baloncesto del que más se ha escrito en estos juegos.

España ha sido claramente el segundo mejor equipo del torneo, el mejor reboteador (y uno de los mejores en rebotes ofensivos) y tiene también, el segundo mejor banquillo. Sin embargo, no es tan bueno en tiros de tres y les falta Calderón, una de las estrellas del equipo. Ya pueden andar inspirados, en especial Navarro, quien ha salido de titular, a pesar del mediocre nivel al que ha jugado en el torneo. Da gusto también ver a Aíto García Reneses, a sus 61 años, por fin como seleccionador nacional. Parece que los norteamericanos han salido con más nervios que los españoles, que saben que no tienen nada que perder y han salido sin complejos. España va ganando de 4 puntos y ¡jugadón de Ricky! Canasta de Navarro y ya tenemos el máximo de déficit de EEUU en el torneo. No está mal para empezar. Me da que se habían confiado después de arrasar a España en el primer partido.

Como ya ocurrió en el primer partido, empieza el desfile de triples de los norteamericanos: 7 de 10, y la cosa se empieza a poner fea. Rudy da un gran pase y luego mete un triple. Se ponen a 9 puntos. Otro triple de Wade (7 de 7 en tiros de campo), pero Rudy responde con otro triple de los suyos y Reyes, el tercer máximo anotador español (contra todo pronóstico), mete otra canasta. Acaba la primera parte y España pierde de 8, gracias a la mediocre defensa de los norteamericanos. Está claro que el gran nivel de Garbajosa y Navarro en otras competiciones ha quedado en el olvido, y son jugadores como Reyes, Rudy Fernández y Ricky Rubio los que les han tomado el relevo.

Tremendo gancho con la izquierda de Gasol, quien luego recibe un golpe en la cara que los árbitros no quieren ver. Nadie ha estado tan cerca de los norteamericanos en la segunda parte. ¡Bomba de Navarro! Marc Gasol falla solito ante la canasta… podrían haberse puesto a dos puntos. ¡Otra bomba de Navarro!, quien con 11 puntos y jugando de base por primera vez en el torneo, está teniendo uno de sus mejores partidos. En el primer partido contra EEUU quedó con 2 de10 en tiros de campo y 0-5 en triples. En 1984 España andaba también a 6 puntos de Michael Jordan, Patrick Ewing y compañía en las Olimpiadas de Los Angeles, hasta que Jordan metió 7 canastas seguidas y acabó con su moral. Esperemos que éste no sea el caso con los chicos de oro.

A cinco minutos del final, España pierde de 4 y jugando con gran confianza, como los campeones del mundo en 2006 que son. Falta en ataque de Wade contra Navarro que no pitan; canasta de Marc Gasol después de una falta que anulan los árbitros. Mucho no nos están ayudando. Alley-oop de Navarro a Pau. Y el tercer cuarto acaba con un precioso gancho con la izquierda de Navarro, quien parece haberse crecido con la ausencia de Calderón.

Comienza el último cuarto. Alley-oop de Rudy a Pau. Todos los triples que estaban metiendo los norteamericanos en la primera parte han ido desapareciendo. En la segunda, han metido sólo 1 de 7. Pero Rudy sí enchufa uno. Los aficionados, vestidos de sevillanas, animan a sus héroes. En una entrada anterior en esta bitácora, titulada “Los peligros del ego”, mencionaba que yo que el gran peligro que tenía EEUU es que se creyeran que esto iba a ser un paseo. Así, algunos de sus comentaristas ya les daban el oro antes de jugar. Bueno, pues éste partido confirma mis sospechas de que tan fácil no lo iban a tener. Ha empezado el último cuarto con un 7-0 para España y están a sólo dos puntos: 89-91. ¿Dónde está ahora la victoria de 37 puntos de hace un par de semanas?

Dos canasta de Bryant se lo acaba de poner cuesta arriba al conjunto hispano. Un triple de Kobe con falta adicional de Rudy puede sellar el partido pero ¡nueva bomba de Navarro! Lleva 17 puntos ya y está dándoles un clínic de cómo meter puntos en la pintura y a la carrerilla. ¡Triple del capitán, Jiménez, quien juega en su tercera Olimpiada! ¡¡A 4 puntos con sólo dos minutos en el marcador! ¡Oh no! Otro triple de Wade y canasta de Kobe, quien lleva 20 puntos ya y celebra con la arrogancia que lo caracteriza.

Kobe trata de robarle el balón a Rudy Fernández, quien se escapa y coloca a Dwight Howard en más de un póster coleccionable con el gran mate de las Olimpiadas. A Nate McMillan, su futuro entrenador con los Pórtland Trail Blazers, se le debe de estar cayendo la baba. Éste ha sido el gran signo de exclamación del equipo español en las Olimpiadas, pese a no haber podido ganar el oro. Y, para que se lleven otro souvenir, Ricky roba limpiamente el balón en los últimos segundos a Chris Paul, el número 2 en la votación para MVP de este año en la NBA.

No pudo ser, qué pena, pero al menos han dejado bien alto el pabellón del baloncesto español. Vale, supongo que se les puede llamar el Redeem Team, pero las han pasado canutas; sobra decir que su actuación no ha tenido nada que ver con el Dream Team de Barcelona 92. De hecho, el marcador final, 118-107, no refleja realmente lo cerca que estuvo España del oro. En cuanto a la selección española, hay que quitarse el sombrero. Son unos figuras… Ah, y Pau Gasol acaba de máximo anotador del torneo y con su reputación de blando restaurada.




16 agosto 2008

La no anticipada final anticipada

Artículo de Ignacio López-Calvo

En la primera mitad del partido la selección española se ha ahogado ante el poderío físico y la agresiva defensa de los norteamericanos. Desgraciadamente, la selección norteamericana ha salido inspirada, como si llevaran mucho, mucho tiempo esperando a que llegara el momento de la venganza, y simplemente no han fallado una.


Por momentos, el partido parece una mezcla de combate de boxeo y de concurso de mates. Hay constantes faltas personales y, por parte del conjunto ibérico, pérdidas de balón (dos de Pau Gasol nada más empezar). Peor aun, algunos jugadores españoles se están concentrando más en protestar a los árbitros que en ganar el partido.

Por ahora, muchas dudas se van despejando. ¿Es el llamado “Redeem Team” el nuevo Dream Team que siga la estela de los que jugaron en Barcelona o emularán el bochornoso papel que hicieron tanto en Atenas como en Sydney? La victoria contra Angola, no tan aplastante como se esperaba, y lo relativamente cortas de las ventajas en los partidos preparatorios contra Australia y Rusia no acababan de eliminar las dudas. Pero, por ahora, el demoledor juego contra los campeones del mundo está haciendo pensar que esta vez sí que han venido a jugar de verdad y a ganar el oro. Contra España, no hay duda, la motivación de los norteamericanos ha sido muy superior a la de anteriores partidos.

Estados Unidos está haciendo su juego habitual en estos juegos olímpicos, con una defensa durísima, robos de balón y jugadas individuales con las que ganan ventaja gracias a su fuerza, capacidad de salto y superioridad técnica. En contraste, el juego de España es más en equipo pero se los ve nerviosos. A ver si se calman un poquito en la segunda parte. Quizá falte un líder en la cancha (¿aparecerá Pau en la segunda parte?) o dos bases en cancha para limitar las pérdidas de balón o un quinteto titular más consistente en lugar de la lluvia de cambios que hace el técnico español. O quizá hace falta que los norteamericanos, especialmente Carmelo Anthony (que suele crecerse con su selección nacional) empiecen a fallar de una vez.

La segunda parte empieza como terminó la primera: 18 pérdidas de balón para España en la primera parte y la cuenta sigue, pero ahora con unos cuantos tapones medio humillantes. Bueno, pues parece que pierden de 22 y con un espectacular tapón de Howard a Marc Gasol antes de un tiempo muerto, la cosa empieza a coger color de grillo. La verdad es que, contra todo pronóstico, España está jugando pésimamente y EEUU, absolutamente crecidos, rozando la perfección. Termina el tercer cuarto 23 puntos abajo y se ven, comprensiblemente, unas cuantas caras desmoralizadas entre los de Aíto.

Para mí, los dos únicos jugadores españoles que se salvan de la quema son el jovencito Richy Rubio, con pases espectaculares y robos de balón, y Rudy Fernández que parece el menos intimidado de todos. Los demás, especialmente Navarro, andan entre despistados y desmoralizados, ya 33 puntos abajo y rezando por que acabe el partido.

119-82 y la cosa huele a plata. Esperemos que, ahora que se ha roto el hielo, la verdadera final sea otra vez entre estos dos equipos, pero que la cosa pinte de otra manera…




13 agosto 2008

La selección de baloncesto: una de cal y otra de arena

Artículo de Ignacio López-Calvo

Lo venimos diciendo ya en varios artículos y es algo que no deja de sorprender. El último capítulo de la persistente falta de sensibilidad que hay en España hacia los gestos y comentarios racistas se ha cobrado una nueva víctima: esta vez no es otra que la imagen de nuestro país. Varios diarios de Inglaterra y Estados Unidos han puesto el grito en el cielo, y con razón, a raíz de una foto de la selección española de baloncesto en la que aparecen todos los jugadores y entrenadores “achinándose” los ojos con los dedos.

A las preguntas de los periodistas, jugadores de tanta clase como el extremeño José Manuel Calderón justifican dicho atentado al buen gusto explicando que lo hicieron con la mayor inocencia del mundo y que, de hecho, se lo pidió el patrocinador, una compañía de mensajería. A riesgo de repetirnos, hay que insistir en que no se trata de cómo lo ves tú sino de cómo lo van a interpretar los demás, en este caso no sólo un quinto de la población del planeta, los chinos, sino el mundo entero.

La foto resulta, sin lugar a dudas, ofensiva y me parece incomprensible que gente tan respetuosa y amable como los jugadores de la selección no se den cuenta todavía de la larga tradición de racismo e intolerancia que acarrea ese gesto. Una cosa es el sentido del humor y otra muy diferente es la absoluta falta de tacto. Y no creo que estemos pecando de lo que se ha venido llamando incorrectamente “lo políticamente correcto”; se trata simplemente de tener un poquito de sentido común.

“La gente lo ha interpretado erróneamente”, asegura Calderón, “era sólo un gesto cariñoso”. Los signos lingüísticos y el lenguaje corporal cambian de significado en cada contexto, José Manuel; eso no te lo tiene que explicar nadie. Cuando sabes que la foto será de acceso general, merece la pena pensar un poquito en cómo lo van a interpretar los que no estaban en esa sesión de fotos escuchando los comentarios de jugadores y fotógrafos.

“Quien quiera interpretar algo diferente, se confunde absolutamente,” insiste Calderón. No, mi admirado José Manuel: el que te confundes absolutamente eres tú. “Algunos de mis mejores amigos en Toronto son de origen chino”, insiste. Ese, curiosamente, es un argumento de lo más típicamente racista (y, que conste, no estoy diciendo que ni Calderón ni sus compañeros sean racistas; tan sólo un pelín ignorantes): “yo no soy racista porque tengo un amigo negro…” Para más INRI, el extremeño recuerda al lector en su artículo que la marca deportiva china Li Ning. Pero, ¿estoy leyendo bien?

Lo dicho, en la cancha, unos cracks, sin duda; pero en fuera de ella, hay que estar un poquito más “al loro”, que llueve sobre mojado. Y ahora lo más triste de todo: la prensa española sigue sin entender “los ataques” de la británica, The Guardian, y la norteamericana, The New York Times… pero, vamos ver, ¿quién ataca a quién? ¿quién está siendo irrespetuoso? Una vez más, estamos haciendo una excelente campaña para la candidatura olímpica de Madrid…


09 agosto 2008

Los peligros del ego

Ignacio López Calvo

Si yo fuera uno de los organizadores de las próximas olimpiadas en Londres, no se que quitaría una idea de la cabeza: ¿qué podemos inventarnos para no hacer el ridículo en la ceremonia de apertura? Después de ver el despliegue artístico de ayer para el que, realmente, falta superlativos, casi mejor que saliera elegido Madrid para los próximos juegos.

De entre todas las cosas que vi con la boca abierta delante de la televisión, una no fue tanto de admiración como de sorpresa: en el desfile de apertura LeBron James, la estrella de los Cleveland Cavaliers, se paseó con el dedo índice en alto y con cara de invencibilidad. Y mira que se lo tienen dicho: en los juegos olímpicos, la excesiva autoestima no siempre es buena. Para nadie es secreto que, si la selección nacional de baloncesto de Estados Unidos ha tenido un talón de aquiles en los últimos años, no ha sido otro que los griegos llamaban “hybris”, o sea, sus excesivos orgullo y arrogancia.

Se ha hablado mucho del excesivo individualismo (cierto), de la falta de química entre los jugadores (cierto), de la ausencia de Kobe, Shaq y otras estrellas en los campeonatos pasados (cierto), pero no cabe duda de que siempre les ha sobrado talento para arrasar en cualquier competición en la que han jugado. Lo que les ha fallado, más bien, ha sido la falta de motivación y la falta de respeto por los otros equipos. Siempre creen que van a pasearse sin pedir ni tiempos muertos, como ocurrió en Barcelona, y luego llegan las sorpresitas.

Una de las labores de los técnicos Mike Krzyzewski, Mike DiAntoni y Nate McMillan este año ha sido precisamente la de avisarles de que ganar a equipos como España, Argentina o Grecia no será tarea fácil. Y precisamente LeBron James debería saber esto, después del absoluto ridículo que hicieron (con él mismo—aunque 4 años más joven—en las filas de equipo norteamericano) en Atenas.

Por el mismo camino, cuando salió el equipo olímpico español, uno de los comentaristas de la televisión norteamericana señaló el verano mágico que ha tenido el deporte español al ganar Winbledon, el Tour de Francia y la Eurocopa. Después añadió: “y además puede que hasta ganen el oro en baloncesto en estas olimpiadas”. Siguiendo la tónica de los jugadores, el otro comentarista, Bob Costas, saltó como un resorte diciendo que los españoles tienen posibilidades de ganar una medalla pero no de oro, dando a entender lógicamente que el oro era inevitablemente para los norteamericanos.

Bueno, mi consejo es que tome unas cuantas clases de historia, en las que si algo se aprende es que, con frecuencia, la historia se repite. No en vano, hoy por hoy los campeones del mundo son los españoles, Argentina es el campeón olímpico y nada menos que 7 países derrotaron a EEUU en los juegos olímpicos de Sidney Atenas: Argentina dos veces, Yugoslavia, España, Italia, Puerto Rico, Lituania y Grecia. Y sí, ese equipo también estaba plagado de estrellas de la NBA.

Yo soy el primero en reconocer que el equipo norteamericano es el favorito para ganar el oro, aunque sólo sea porque tienen en sus filas al mejor jugador del mundo, Kobe Bryant, y al segundo mejor, LeBron James. Además Wade y Anthony, al igual que James, ya no son los niños inexpertos de Atenas: Wade ha ganado el título de la NBA, James llevó a su equipo a las finales. Pero todo puede pasar. Después de ver cómo lucharon para ganar a Australia (sin Bogut) y a una Rusia medio descafeinada, cómo resurgió el individualismo y la pésima defensa en rachas de los partidos, tampoco sería tan de extrañar que saltara la sorpresa. Han ganado los cinco partidos amistosos del preolímpico pero ninguno de esos equipos eran España, Argentina o Grecia. No llegan a estos juegos con el oro en el cuello. Todavía les queda demostrar su valía;

Es más, algunos (repito, no yo) podrían argüir que el verdadero favorito es España, con un juego de equipo mucho más compenetrado, muchos más años jugando juntos y un palmarés envidiable: siguen siendo los campeones del mundo, estuvieron a puntito de ganarle a rusia en el campeonato europeo en septiembre y tienen el talento suficiente (incluyendo a varios jugadores que han jugado, juegan o van a jugar en la NBA) como para hacerles a Kobe y a LeBron tragarse sus palabras.

Ah, se me olvidaba mencionar que Kobe ha dicho en varias entrevistas que si no ganan, tendrán que llamarle Giovanni porque se nacionalizará italiano de la vergüenza que le va a dar. LeBron, por otra parte, ha garantizado a la revista Time que ganarán el oro. Pero insisto: por lo que yo he visto en el preolímpico, no son invencibles. No juegan bien a balón parado y no defienden bien el perímetro. Además, Jason Kidd está viejo y flojean un poco en la posición de pívot, donde no tienen gente muy alta, con Howard como titular y Bosh como suplente (se echa de menos a gente del calibre de Garnett o a Duncan).

Sobra decir que tampoco hay que olvidarse de Argentina, que ganó el oro en Argentina y, aunque se les ve ya un poco vejetes, siguen teniendo a Manu Ginobili, el único jugador de la historia que ha ganado el oro en las Olimpiadas (fue el MVP de las Olimpiadas), el título de la NBA y el de la Euroliga. Además, Oberto, Nocioni y Scola no son mala ayuda. Grecia, por otra parte, derrotó a los norteamericanos en las semifinales del campeonato del mundo de 2006 con un equipo que no contaba con ningún jugador en la NBA. Y, como los españoles, están muy bien compenetrados, pues 10 de sus 12 jugadores juegan o en el Olympiacos o en el Panathinaikos.

El domingo, los norteamericanos juegan contra China y tendrá que dar paso a la palabrería arrogante. Si ganan el oro, será la primera vez que lo hacen desde el año 2000. Por algo ya nadie les llama el Dream Team, sino el Redeem Team, es decir, el Equipo de la Redención. Un poquito de humildad, señores, si de veras quieren ganar el oro. Talento no les falta.

31 mayo 2008

¿Kobe-Gasol-Odom o Garnett-Pierce-Allen ?

Ignacio López

(Jotaeme:)
Gracias por la aclaración, Ignacio. Así aprendo porque,en el fondo, uno es un párvulo. Por cierto que, esta mañana, he visto en Digital+ unas estadísticas del cruce Duncan-Gasol y el pivot de SAS baja muchísimo con respecto a su media estadística en play off. Su porcentaje de tiro frente a Gasol pasa de un 44% a un 33%. A eso me refería, cuando dije que Gasol, aunque no luzca mucho, puede dar por cul... al más pintado y que no es tan blandito como parece, aunque los árbitros lo maltraten, como han hecho con LAL en este último cruce ¿o no habeis visto las poquísimas veces que Kobe ha ido a la línea de tiro? Estoy deseando ya de que llegue el 5 de junio.

(Ignacio:)
Sí, hubo una jugada en concreto en el último partido en que Gasol le puso dos tapones seguidos. Y lo que no sale en las estadísticas, son todas las intimidaciones que desvían el tiro. A mí donde de verdad me parece blando no es tanto en defensa (aunque todavía no es ningún Kevin Garnett), sino en ataque, donde debería ir con más decisión al aro, como sabe hacer. Curiosamente, ahora que menciono a Garnett... ¿os habéis dado cuenta de que quedó tercero en la votación de MVP y sus números prácticamente idénticos a los de Gasol? Es curioso...

Los Lakers y los Celtics se han enfrentado ya en 10 ocasiones en la final con nada menos que 8 victorias para los de Boston. Eso sí, los Lakers han estado muchas más veces en la final con 29 veces. Los Celtics son los segundos. Te aseguro que David Stern, el commissioner de la NBA, se debe de estar frontando las manos porque los Lakers y los Celtics tienen todo el glamour que al parecer les falta a los Pistons y sobre todo a los Spurs. Aparte de que arrastran años de historia aunque, los que tenéis menos de 25 años, seguramente no sabéis de qué estamos hablado, porque hace dos décadas que se juntaban en las finales.

Quitando a los Bulls (gracias a Jordan), ningún equipo de la NBA tiene el reconocimiento internacional que tienen los Lakers y los Celtics. En cuanto a experiencia, Kobe y Fisher tienen varios anillos, mientras que el resto del equipo entre poco y nada (me refiero a en la NBA). Por parte de los Celtics, el gran trío Garnett, Allen, Pierce, tienen los tres la experiencia de haber llegado a las finales de su conferencia, pero nunca a las de la NBA. Un dato importante, claro, es que los Lakers tienen al mejor jugador de la liga y al que todos los entrenadores de la liga querrían tener en su equipo con el balón en sus manos en los últimos segundos. Nadie en la NBA cierra un partido como él. Creo que esta final va a responder a la pregunta: ¿Cuál es mejor trío Kobe-Gasol-Odom o bien Garnett-Pierce-Allen?

Por cierto, y volviendo a Garnett, aunque quedó tercero en la votación de MVP, cualquiera que haya visto estos playoffs y que mire quién ha sido el máximo anotador tanto en la temporada regular como después (incluyendo 41 puntos en un partido clave contra LeBron) puede cuestionar si el MVP de los Celtics es realmente Pierce y no Garnett. El número tres, claramente, es Allen, quien parece haber despertado por fin del letargo después de varios partidos lamentables.
Publicado en El Adelantado de Segovia

30 mayo 2008

Primer español en la final de la NBA

Artículo de Ignacio López

Gasol empieza el partido con un par de mates pero también con un par de tiros de los “blanditos” por los que tanto se le ha criticado últimamente; en total, lleva un parcial de 2 canastas de 9 intentos (sólo tiró a canasta 7 veces en 37 minutos en el último partido). Acaba el primer cuarto con un marcador de 28-15 a favor de San Antonio. La historia dice que cuando se va perdiendo 3-1, la suerte está echada, pero no hace mucho que los Lakers ganaban a los Suns 3-1 y acabaron perdiendo esa eliminatoria. Lo dicho: conviene no ponerse a celebrar antes de tiempo…

Los Spurs les han metido un parcial de 20-3 a los Lakers. Barry, que tuvo quizá el partido de su vida anteayer con 23 puntos (récord en los playoffs para él), incluyendo 5 triples, acaba de meter un triple. Los Lakers han metido sólo 7 de 27, pero Jackson, con su habitual valentía, sigue con Kobe en el banquillo. Se acaba el segundo cuarto y, de pronto, los 17 puntos de ventaja de los Spurs se han quedado en 6. Pero, al menos, los 10 puntos de Michael Finley parecen indican que los Spurs por fin van a conseguir algo de ayuda de su banquillo cuando juegan fuera de casa.

Pau lleva 3 de 11, pero con 6 rebotes ofensivos. Lo que es seguro es que el jugar contra Duncan en esta serie es el mejor clínic que se le puede dar. Cuando queda un minuto para que se acabe el tercer cuarto (en donde suelen perder los Spurs los partidos en estos playoffs), los Lakers se ponen por un punto arriba.

Empieza el último cuarto: gracias, Phil Jackson, por no sentar a Kobe en el banquillo. Creo que con esa decisión pones al equipo en una posición clara para ganar el partido. Kobe está imparable en la segunda parte y se ha puesto al equipo a hombros. Parece que ha decidido que este partido no se le va a escapar: lleva 35 puntos (16 de 30). Ganan de 7 y ya nos hemos olvidado de que perdían de 17.

Gasol ha pillado 19 rebotes (un récord en su carrera en la NBA) y acaba de coger uno ofensivo que puede acabar siendo clave. Acabará el partido con 12 puntos y 4 tapones. Una cosa que no aparece en las estadísticas es que en esta serie Ginóbili y Parker no han metido puntos bajo el aro, como suelen hacer, y creo que eso se debe al factor intimidación en el que tanto Gasol como Odom han hecho un buen papel.

En el otro banquillo los San Antonio Spurs, la franquicia modelo no sólo en baloncesto sino en todos los deportes profesionales norteamericanos, pueden haber llegado al fin de una era. Renovarse o morir. Y la maldición sigue: nunca ganan dos años seguidos.

La última vez que los Lakers estuvieron en la final de la NBA fue en 2004, en la que perdieron contra los Pistons en 5 partidos. No ganan el anillo desde 2002. ¿Será éste el año? Los 39 puntos de Kobe y el juego sumamente irregular tanto de los Celtics como de los Pistons hacen ver las cosas de una manera optimista.

Publicado en El Adelantado de Segovia


28 mayo 2008

Partido nº 4

Por Ignacio López

Si Ginóbili mete 20 puntos o más, los Spurs ganan; si no, pierden. Nadie más que él ha ganado nunca en cuatro años la Euroliga (2001 con el Kinder Bologna), el título de la NBA (2003 con los Spurs) y una medalla de oro olímpica (2004 with Argentina). Y sobra decir que tuvo un papel protagonístico en las tres hazañas. Y éste es el mismo señor que no sale en el quinteto inicial y todavía no se le ha oído una queja contra su entrenador. Pero, ¿tendremos hoy al Manu sano y con energía o al lesionado?

Pues no. Los Spurs ólo pierden de 6 (por una canasta de Kobe en el último segundo) y Manu no ha conseguido un solo punto en la primera parte (0 de 4 intentos). En el último partido Gasol sólo metió 7 de 18 y Odom, 2 de 11. En éste Pau ha metido 8 puntos y Odom ha vuelto a tener un mal partido con 0 puntos en la primea parte, pero Radmanovic vuelve a jugar bien. Entre los Spurs, Brent Berry también está teniendo un buen partido con 12 puntos en la primera parte. Horry, por el contrario, no ha metido un punto en esta serie y es obvio que está reticente a la hora de tirar por muy abierto que esté.


Popovich: ¿No querías un tirador nato? Ahí lo tienes: 23 puntos para Brent Berry.


Duncan, un gran partido pero los largos brazos de Gasol lo frenan un poco.


Los Lakers llevan 14 pérdidas de balón por 7 de los Spurs.


Kobe está chupando, pero vuelve a ser el mejor en la cancha.


Odom ha despertado por fin. 16 pts y 8 rebotes.


Una vez más, los Spurs parecen fatigados.


Los Spurs contra las cuerdas.


Se acaba su temporada.


La puntilla, en L.A.


Fin de una era.


Manu, 5.


Adiós.

Publicado en El Adelantado de Segovia

27 mayo 2008

Cohesion de equipo y algo más (entrada de Enrique)

Artículo de Ignacio López

Cohesión de equipo y algo más (ENTRADA DE ENRIQUE) (ENRIQUE: CON TU PERMISO, PONGO TU COMENTARIO COMO ENTRADA. ESPERO QUE NO TE MOLESTE. A PARTIR DE AHORA, SI NO TENÉIS INCONVENIENTE, LO HARÉ DE VEZ EN CUANDO, PORQUE MUCHOS DE VUESTROS COMENTARIOS SON MEJORES QUE MIS ENTRADAS...).

La cohesión de equipo es una variable psicológica de gran importancia en los deportes de equipo, definida por Carron como un proceso dinámico (y variable) que se refleja en la tendencia de un grupo a unirse y permanecer unido en busca de unos determinados objetivos.En esta variable deben distinguirse una dimensión social basada en las relaciones subjetivadas o preferencias personales de los componentes del equipo, y una dimensión deportivo/competitiva basada en las relaciones objetivadas, es decir, en función del propósito deportivo por el que existe el equipo.

Quizás en lo relativo a esta variable psicológica en el enfrentamiento entre los Lakers y San Antonio no exista diferencia ninguna, aunque conviene resaltar -como bien se hace en esta bitácora-, el progreso experimentado por Kobe y su equipo.

El 3er. partido parecía en su inicio coger unos derroteros magníficos para los Lakers (8-15), pero la salida de Ginóbili enchufado desde el principio con dos triples seguidos ha equilibrado, demasiado rápido quizás para Lakers, el partido (14-15). Después esta igualdad se ha mantenido hasta la mitad del 2º cuarto donde la defensa de los SPURS ha logrado abrir una diferencia de 10 puntos que se ha mantenido hasta el final del mismo. Como novedad en el tercer cuarto aunque San Antonio ha tenido su habitual sequía anotadora, los Lakers le han copiado y no sólo no ha recortado la diferencia sino que ésta ha aumentado hasta llegar a 12 puntos. El 4º cuarto ha estado definido por una horrorosa defensa de los Lakers (un auténtico "coladero"), y una nueva demostración ofensiva de Kobe ("Kobe llega tarde a la fiesta"), que de nada ha servido ante la consistencia de San Antonio y el buen hacer de su columna vertebral Parker-Ginóbili-Dunkan.

Una novedad estratégica ha sido las rotaciones distintas que ha realizado Popovich, por ej. con Barry.

Individualmente me han sorprendido Oberto en San Antonio y Farmar en los Lakers, con mucha auto-confianza y por encima de sus anteriores actuaciones.

En cuanto a nuestro Pau Gasol ha estado como el Guadiana, espléndido y omnipresente a ratos y desaparecido y perdido otras. En la parte final del 3er. cuarto y durante el 4º cuarto ha vuelto a ser ese jugador débil y fundamentalmente "quejica" que realmente se descompone.

Un saludo.
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Completamente de acuerdo contigo, Enrique. Por eso, en la entrada anterior decía yo que precisamente San Antonio ("Los chicos del coro" como les llamaban despectivamente en la NBA por su falta de tatuajes, encontronazos con la policía, problemas con las drogas, aspavientos exagerados en la cancha, etc.) era un modelo perfecto para Los Angeles. Desde los tiempos de Robinson se han llevado muy bien y nunca ha habido celos entre ellos que se sepa, algo poco común hoy en día y si no, que se lo pregunten a los bases de Toronto.

Uno de los grandes atractivos de esta serie, al menos para mí, es ver la lucha de estrategias entre Phil Jackson y Gregg Popovich, para mí los dos mejores entrenadores de la liga desde hace una década. Al acabar el primer partido del otro día, Jackson comentó que los Spurs habían perdido los 20 puntos de ventaja por fatiga. A lo mejor quiero leer demasiado entre líneas, pero yo lo interpreté como que Popovich no había sabido dejar descansar a sus titulares a tiempo, como suele hacer él. Lo curioso es que el de San Antonio le ha hecho caso después del primer partido y sienta a sus tres estrellas todo lo que puede.

Lo que mencionas de meter a Barry en la rotación, es cierto. Bueno, un par de apuntes: si antes de esta serie no lo hizo fue porque tenía lesionado el cuátriceps desde hace meses. Luego, dijo a todo el mundo que necesitaba un tirador a toda costa. Lo primero que yo (y supongo que muchos otros) pensé fue: ¿y para qué fichaste a Bonner y a Barry? Ya sabes que se quisieron deshacer de Barry (por la edad, de nuevo), pero al final no aceptó la oferta que le hizo su gran amigo Steve Kerr en los Suns y se volvió a San Antonio. Pero ya que lo tienes, utilízalo. Irónicamente, no sólo tiró bien, sino que lo puso de base y no lo hizo nada mal. Movió bien la pelota, no tuvo pérdidas de balón e incluso hizo alguna que otra asistencia espectacular. No hay que olvidarse de que en su primer año en la liga, cuando estaba con mis adorados Clippers, ganó el concurso de mates de la NBA (creo que fue la primera y última vez que lo ganaba un blaco), o sea que ágil es, por mucho que se dedique sólo a tirar triples.

Por último, como dices, de nada sirve que Kobe meta tres heroicos triples seguidos, si no pueden parar a nadie en defensa. La defensa de los Lakers fue realmente atípica de esta temporada: un auténtico coladero. ¿Se confiaron demasiado en la victoria? Si así fue, no se enteran porque a los Spurs nadie les gana en casa...

Oberto jugó bien en ataque anteayer pero, a mi juicio, en defensa lo está haciendo horrible en esta serie. Simplemente, no tiene la movilidad de Odom ni la altura y agilidad de Pau.

Lo del "quejica de Pau", me alegro de que lo hayas notado. Ahora ya no tanto porque hay un montón de europeos, pero antes los comentadores se morían de risa con Sabonis y otros europeos que parecía que no habían cometido una falta personal en su vida: protestaban todo lo que pitaban los árbitros, con lo que pierden todo tipo de credibilidad. Creo que Pau perdió la concentración cuando le pitaron unos pasos ridículos que no habían existido. Había metido tres seguidas y con esa, habría sido cuatro seguidas, más un tiro libre adicional, más la tercera falta de Duncan. Le habría convertido en el héroe y le habría dado alas. Pero, en cambio, se decepcionó con el error arbitral y ahí acabó prácticamente su buena racha. Y, como decía en la entrada, ¿que pasó con los mates espectaculares que se metía antes? Se ha enamoradao del gancho y del medio gancho a dos manos (que lo hace muy bien, por cierto) y se le ha olvidado que no es tan bajito como para no pegarse algún mate de vez en cuando, aunque tenga a Duncan delante.

Gracias por tu excelente comentario.

Publicado en El Adelantado de Segovia