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26 mayo 2008

La química

Artículo de Ignacio López

Yo soy de letras, pero no hay que ser muy de ciencias para darse cuenta de que la química funciona mejor este año con los Lakers que desde hace una década. No había más que ver el otro día dar saltos a Ronny Turiaf gritando Sasha, Sasha cada vez que Vujacic metía un triple. Hace un año se podía ver a Bryant echando chispas por las orejas cada vez que Walton daba un pase extra y sonaba la bocina porque era reticente a tirar. Ahora (Walton se sigue pasando un pelín a veces con lo del pase extra), le da una palmadita y lo anima con una sonrisa.

Algo ha pasado que, de repente, Kobe parece el compañero de equipo ideal cuando siempre ha tenido fama de huraño. El propio Shaq confesaba que era muy diferente del resto del equipo (más intelectual decía) y que no congeniaba mucho con los demás. Algunos especulaban que el haber pasado de los 6 a los 13 años en Italia podía ser la razón por la que parecía de otro mundo. Como digo, ahora cuando le enchufan el micrófono de espías que usan las cadenas norteamericanas, se puede escuchar a Kobe diciéndole en italiano “attenzione” a Vujacic (que es esloveno pero jugó en Italia) o incluso en serbocroata a Radmanovic o en castellano a Gasol.

En fin, que es obvio que se llevan bien y que Kobe está encantado con sus nuevos Eurolakers: el francés Turiaf, el congoleño-belga, DJ Mbenga y los tres europeos antes mencionados. No en vano Bill Russell dijo una vez que Bryant parecía un jugador extranjero. Quizá esa sea la clave del éxito de los nuevos Lakers: disfruta aprendiendo de las culturas y los idiomas de sus compañeros y confía en ellos a la hora de dejar el balón en sus manos. De Gasol, por ejemplo, ya ha dicho mil y una veces que la ventaja de jugar con él es que sabe tomar sus propias decisiones y dar la asistencia a otro jugador si no puede tirar. Su estilo europeo de juego (buen tirador de lejos, buen pasador, más finesse y menos fuerza bruta), dicen, ha sido ideal para adaptarse a la ofensiva en triángulo de Phil Jackson y la verdad es que no es normal que un jugador se adapte instantáneamente a un sistema de juego completamente nuevo (cfr. Shaq en los Suns y Kidd en los Mavericks…).

Hace poco colgué un vídeo en esta bitácora en el que aparecían Kobe, Gasol, Turiaf y Vujacic agradeciéndoles su apoyo al público angelino. Si tal vídeo tiene interés es por lo absolutamente cómodo (cosa poco común antes, como digo) que se ve Bryant entre sus eurocoleguillas. Se rumorea que en el vestuario lagunero todo son bromas e insultos graciosos, que salen a cenar juntos después de los partidos y que el ambiente no puede ser mejor. Quizá sea este el secreto del inesperado éxito de los Lakers… bueno eso y el haber fichado a un all star casi gratis… Y lo curioso del tema, ¿qué equipo, mucho antes que los Lakers, se ha distinguido por su buena química, por su ausencia de conflictos y por sus estelares base y escolta extranjeros? Sí, has acertado: los Spurs. Tienen, por tanto, en San Antonio un bueno modelo al que imitar. Veamos ahora si esa química funciona hoy en Tejas.

Entrando ya directamente al tercer partido de la serie, Kobe empieza como en el segundo partido, tirando a canasta sin pensárselo. Gasol también ha salido bien con un gancho con la izquierda, otro con la derecha, un tiro de lejos… pero le han pitado unos pasos inexistentes cuando podía haber sido la tercera falta de Duncan y eso le ha cortado el ritmo. Odom y Fisher (2 de 9 entre los dos), por el contrario, andan bajos de espíritu en la primera parte. En cuanto a los Spurs, Ginóbili tiene hoy otra expresión en la cara. Vujacic, quien ha estado haciendo un trabajo excelente en defensa, presume de conocerlo bien desde que jugaba con 17 o 18 años en Italia contra él, pero en la primera parte no ha podido con él. Parker, que mete muchos más puntos bajo el aro que muchos pívots, empieza a entrar en calor también y a entrar a canasta sin miedo, algo que no hizo en el segundo partido. Como resultado, los Spurs tienen, por ahora, el control del partido y se han ido al descanso con diez puntos de ventaja.

En el tercer cuarto Gasol ha fallado ya varias por no ir con suficiente fuerza al aro. Lleva 13 puntos y 5 rebotes. Van 12 puntos abajo. ¿Se la jugará Jackson en el último cuarto dejando a Kobe en el banquillo como suele hacer? Pues sí, confía en su joven banquillo y sale con Farmar (21 años), Vujacic (24) y Turiaf (25). Con Kobe y Gasol descansando, pierden de 17. Jackson hizo lo mismo en el último partido contra Utah y al final le salió bien. Veremos si se repite la historia. De momento, Kobe ha colado 3 triples.

Como decíamos en la anterior entrada, en casa el banquillo ayuda más. Brent Berry ha hecho buenos pases y ha metido unas canastas claves. Oberto, quien había sido nulo en defensa en los dos primeros partidos, está contribuyendo también. Pero las estrellas, que son las que cuentan, han respondido: Ginóbili se sienta con 30 puntos (5 triples en la primera parte) y Duncan con 22 pts, 22 rebotes y 5 asistencias. Parece que los Spurs han recobrado la confianza.

Gasol, por su parte, ha acabado con 15 puntos y 5 puntos en una actuación, de nuevo, discreta. La clave del partido (en mi humilde opinión): a veces Jackson juega demasiado a la lotería. Yo creo que no debería haber sentado a Kobe y a Gasol al principio del último cuarto.


publicado en El Adelantado de Segovia

25 mayo 2008

La tercera edad

Artículo de Ignacio López

Se dice que en los partidos en casa el banquillo suele ayudar pero que los que se juegan fuera los ganan los titulares. Los Spurs de este año parecen haber corroborado ese saber convencional. El hecho es que si yo fuera un jugador de este equipo y no me llamara Duncan, Parker, Ginóbili, Udoka u Oberto, empezaría ya mismito a hacer las maletas, se gane o se pierda esta serie. Hace ya varias entradas en esta bitácora habíamos comentado lo de la edad de los Spurs y, aunque por ahora han salvado el pellejo, cada vez se hace más visible que no se puede prorrogar más una renovación de las grandes y que se tienen que deshacer del grupo de la tercera edad que tienen en el banquillo antes de que dejen de tener ningún valor en el mercado.

El propio Ginóbili reconoció el otro día que, a pesar de que se habla tanto de toda la experiencia que tienen, en el partido del otro día demostraron que estaban lentos y viejos. Por el contrario, el entrenador, Gregg Popovich, lleva toda la temporada burlándose de los comentarios de la prensa con respecto a la edad media del equipo y recordándoles que, cuando ganaron el anillo el año pasado, todos decían que era gracias a su experiencia. Pero Gregg, por si tú también lees esta bitácora (estoy seguro de ello), pídele a Manu que te traduzca esto al inglés: cuando las barbas del vecino veas pelar… Te recuerdo que los Miami Heat ganaron el anillo hace un par de años, no cambiaron de jugadores y mira dónde andan ahora…

Si ganan este año los de San Antonio, que todavía pueden hacerlo, por supuesto, serán el equipo más viejo de la historia en hacerlo, con casi 32 años de media en una liga donde la media de edad es de 27 años. Ahora mismito son el cuarto equipo más viejo de la historia de la NBA (después de los Knicks y los Rockets de la temporada 87-88 y los Blazers de 2000-2001). A Robert Horry (38 este verano y acaba de tirar a la esquina superior izquierda del tablero), Bruce Bowen (o Eduardo Manostijeras, como le llama Phil Jackson, 37 al mes que viene), Michael Finley (35 años; 0 puntos en el primer partido), Kurt Thomas (35) y Brent Barry y Damon Studemire, que creo que lucharon en las trincheras alemanas de la Primera Guerra Mundial, hace tiempo que se les notan las canas.

De hecho, sólo el parisino Parker, recién casado y con 26 añitos, está en lo mejorcito de la vida. Aun así, Popovich ha aprendido la lección y en vez de dejar que la fatiga arruine el partido de sus titulares, sienta a Parker en el primer cuarto para que descanse un poco. Sus compañeros de triunvirato, Ginóbili (31) y Duncan (32), están también en el lado más feo de la barrera de los 30. Por otra parte, aunque siga dominando, a nadie se le escapa que Tim Duncan ya no es el que era.

Es cierto que han ganado 4 de los 9 últimos campeonatos pero me da a mí que éste será el año en que definitivamente entregarán el testigo de la conferencia oeste a los jovencísimos Lakers, con lo que (para los pocos a los que nos gusta el baloncesto de verdad y no sólo los mates espectaculares) desaparecerá o una de las mejores defensas en muchos, muchos años.

Dicho esto, y en defensa de los Spurs, que siempre me han caído bien, tengo que agregar una cosa. Dicen por aquí que son malísimos para los índices de la audiencia de la NBA. Que aburren a las vacas, con los 20 minutos que se toma Duncan para tirar un tiro libre, con las aburridísimas entrevistas que concede, con la poca gesticulación tipo choques de pecho y demás. Es cierto: no venden horas de televisión como los Lakers; ni se lanzan a las gradas a pegar a los espectadores como los Pacers; ni se pelean entre ellos en sagas mediáticas de telenovela tipo Kobe vs. Shaq. Pero como decía en su tiempo Obradovic, el espectáculo está en ganar y de eso, han dado unas cuantas lecciones en los últimos años.

En cualquier caso, se ha notado también que el mazazo psicológico de haber perdido un primer partido que tenían casi ganado ha afectado a los Spurs, como les pasó a los Suns antes que a ellos. Otro gallo cantará en San Antonio donde meten 15 puntos más por partido que fuera, pero de momento la cosa se les ha puesto fea. En el segundo partido de la serie la Mamba Negra ha decidido esta vez empezar tirando y dejarse de frivolidades. Mejor así; Gasol ha tenido un partido discreto, pero con buenos pases; Fisher (que jugó muy mal en el primer partido pero que hace años, en otro partido contra los Spurs, estableció un récord de la NBA en triples en los playoffs con 15 nada menos) ha hecho un buen partido también; y Odom ha dominado bajo los tableros. Un pasito más cerca de la final y, por tanto, del anillo de campeones.


publicado en El Adelantado de Segovia


22 mayo 2008

Milagro en el Staples Center

Artículo de Ignacio López

A los Lakers les está pasando lo que a los Pistons en el primer partido contra los Celtics. Después de unos cuantos días de descanso, se les ve un tanto oxidados. Estamos a la mitad del tercer cuarto, los Spurs ganan de 20 puntos y no dan señales de irse abajo. Contra todo pronóstico, parece que van a dar la sorpresa contra estos súper Lakers que ya algunos llaman (hiperbólicamente, hasta que no se demuestre lo contrario) los mejores Lakers que ha tenido Kobe e incluso los mejores Lakers de la historia. Si se me permite la digresión, hasta que no vea yo a Gasol y a Odom con tres anillos en las manos (no digo que no lo vayan a conseguir un día), no me aventuro a decir que sean mejores que el dominante equipo de Shaq. Bueno, ya veremos; se aceptan comentarios al respecto.

De momento, andan siendo pisoteados por todos lados y el primer partido de la serie se les está escapando de las manos, con un Duncan monumental (16 puntos y 9 rebotes en la primera parte) que ha vuelto a ser el de la serie contra los Suns y un Parker que parece recobrar nuevos bríos con Eva Longoria en las gradas. Sin duda, un equipo con la experiencia y la solera de los Spurs no va a dejar escapar un partido tan importante como éste cuando van ganando de 20 puntos… ¿seguro? Piensa de nuevo, porque puede saltar la sorpresa.

Efectivamente, llegan los minutos finales y, tras una milagrosa remontada, los Lakers han ganado el importantísimo primer partido. ¿Qué puede haber pasado? ¿Habrá sido la lesión en la uña de la mano izquierda de Manu Ginóbili haciendo pesas? Con 3 canastas de 13 intentos, parece que no ha jugado tan bien como nos tiene acostumbrados, pero la defensa de Vujacic fue impresionante… ¿Habrá sido el haber tenido que pasar la noche en un avión 727 charter que no quiso despegar (la compañía dejará de funcionar a finales de mes por aquello de recesión económica) la noche después del partido contra Nueva Orleáns? La fatiga puede haber hecho mella…. ¿Habrá sido un milagro de Nuestra Señora de los Ángeles de la Puebla del Río Porciúncula que da nombre a la metrópolis donde juegan los Lakers? No puede ser porque la verdadera Virgen de Los Ángeles hoy en día es la muy mexicana Virgen de Guadalupe (ver bitácora de Diana Martín Nieto).

Lo que pasa es que Kobe ha decidido dejar de vegetar con sólo tres tiros a canasta en la primera parte, (y no es por quitarle mérito a la excelente defensa de Bowen en la primera parte, pero 4 puntos en dos cuartos y medio no es normal en Kobe) y ha decidido arrancarse metiendo 25 puntitos sin despeinarse y dejando 3 ali hoops a Gasol al más puro estilo Chris Paul a Tyson Chandler. Esto por si alguien todavía tiene quejas de que le hayan nombrado MVP…

Ah, otra cosa, a pesar del buen parcial de 14-2 con que empezaron este tercer cuarto, en líneas generales los terceros cuartos de los Spurs en estos playoffs están siendo verdaderamente lamentables, incluyendo uno de 14-0 en contra en el partido de anoche. Contra los Hornets, en cada partido parecía que se acababan de levantar de la siesta. Incluso en el séptimo partido, en que ganaron la serie, fallaron demasiado en el tercer cuarto. La cosa ya empieza a tomar un cariz psicológico.

Pero ¿qué pasó en la primera parte? ¿De verdad puede haber metido sólo dos puntos Kobe? A nadie debe extrañar. En su tiempo, cuando se le criticaba de chupón en las series contra los Phoenix Suns o contra los Sacramento Kings, a veces Kobe “castigaba” a sus críticos haciendo pucheros todo el partido y dedicándose a pasar el balón sin aparentemente echar todo el año de esfuerzos por la borda. Sin embargo, obviamente éste ya no es el caso.

Ahora no puede andar haciendo pucheros porque reluce su dorada corona de MVP en su
cabeza y todo ha sido un camino de rosas desde la llegada de su nuevo amigo catalán (dicho sea de paso, Kobe es un gran aficionado al fútbol y el encanta el Barcelona. En sus vacaciones en Europa el verano pasado fue a ver uno de los entrenamientos y saludo al ahora fugitivo Ronaldinho). Simplemente, se dedica a dejar jugar a sus compañeros (9 asistencias, además de 5 rebotes), darles todas las asistencias que puede y solamente en momentos de desesperación, como el de ayer, toma las riendas, aprieta el acelerado y da una lección magistral con canastas que sólo otra persona en la historia de la liga NBA podía meter: Jordan.

Eso sí, ahora que está casado con una latina y entiende algo de castellano (seguro que lee esta bitácora, como Gasol), le recomiendo que se deje de hacer guiños a los espectadores y comentadores diciendo “¿veis como confío en mis compañeros?” y juegue de manera más agresiva desde el primer momento del partido. Con los Spurs no se juega. Eso sí, si siguen defendiendo como en la segunda parte, a los Lakers no les irá mal en esta serie (aunque, además de defender, Derek Fisher tiene que meter más de 1 de 9…).
En definitiva, ¡qué bonito es tener ventaja de campo y hacer remontadas en casa! A todo esto, el número 16, Gasol, que jugó muy bien con 19 puntos (9 de 16), 7 rebotes defensivos, 2 robos de balón, 3 asistencias y sólo dos pérdidas de balón, demostró de nuevo valentía al jugarse canastas en los momentos decisivos. Además puso un par de tapones decisivos y fue uno de los 4 Lakers con dobles dígitos (la pareja balcánica, Vujacic y Radmanovic, 10 puntos cada uno).

¿Qué significa haber ganado este primer partido? En teoría, no mucho. Lo normal (especialmente en los playoffs de este año) es que gane el partido que juegue en casa. Pero en la práctica, por mucho que se trate de los omnipotentes Spurs, yo creo que nunca debe subestimarse el martillazo psicológico que supone el perder una ventaja de 20 puntos ya tarde en el partido. Y, para los que os gustan las estadísticas, Phil Jackson tiene un récord de 40-0 en los playoffs cuando gana el primer partido de la serie. No está nada mal, ¿no? Además, los Lakers, que cuentan con ventaja de campo, han ganado los 7 partidos jugados en casa en los playoffs y llevan un total de 13 partidos seguidos ganados en el Staples Center.
Desde luego, si alguien puede sobreponerse a este bache son los Spurs, pero no lo tienen nada fácil. Lo que es seguro es que con 3 de 21 y 1 de 9 en triples en el último cuarto no le van a ganar a los Lakers ni en casa ni en Los Ángeles. Ya le puede ir poniendo velas a San Antonio.

P.S. 1 Ah, para Jotaeme y los otros “laguneros” segovianos, os informo (por si no lo sabéis ya) de que la operación de rodilla a Andrew Bynum ha sido todo un éxito. El equipazo que van a tener al año que viene va a ser imparable.

P.S. 2 Enrique: ya que me has metido prisa para que escribiera algo sobre este partido, más te vale que me mandes algún comentario…

P.S. 3 Perdón si en esta entrada he divagado mucho, pero mi hija me ha dejado dormir sólo dos horas y ando medio zombi…
publicado en El Adelantado de Segovia

18 mayo 2008

Nueva Conciencia Social desde las aulas hastas las canchas

Artículo de Ignacio López

¿Quién no recuerda la actitud de protesta de los atletas norteamericanos Tommie Smith y John Carlos con la cabeza gacha y el puño enguantado en alto cuando, durante los juegos olímpicos de 1968, protestaron silenciosamente el maltrato a la comunidad negra en Estados Unidos? En aquellos años sesenta, otros deportistas mostraron su valentía y se jugaron sus carreras e incluso la vida con sus airadas protestas: el boxeador Mohamed Alí fue a la cárcel por negarse a luchar en Vietnam y los pívots Kareem Abdul-Jabbar, Bill Russell, entre muchos otros, se unieron en una voz única de indignación contra las injusticias sociales dentro y fuera de las fronteras nacionales.

Pues bien, ¿qué ha sido del atleta que aprovecha su visibilidad social para protestar contra las injusticias sociales? ¿Es que ahora no protestan? ¿Es que a la sociedad no le importa lo que pueda decir o no un deportista? En el caso de la NBA, que es con el que estoy yo más familiarizado, ha habido algunos casos de jugadores que han protestado abiertamente contra la política norteamericana en Irak y otros asuntos de corte político, como por ejemplo Ira Newble, Etan Thomas, Nick Van Exel, Adonal Foyle y el más famoso de todos ellos, el canadiense Steve Nash. El problema es que la prensa ha elegido, por lo general, ignorarlos olímpicamente (nunca mejor dicho). Peor aún, la NBA, según dicen, regañó a Nash por llevar una camiseta durante el partido de las estrellas que decía algo así como tira a canasta no con un rifle”. Y más recientemente, aunque David Stern, el sumo pontífice de la NBA, lo niega, el pívot de los Washington Wizards, Etan Thomas, se ha quejado de que le mandaron una carta exigiéndole que dejara de protestar en manifestaciones y otros eventos contra la política de Bush. Pero ¿y los demás? ¿Qué pasa con Magic Johnson, Larry Bird, Michael Jordan, Kobe, Shaq, LeBron y compañía?

Hasta no hace mucho, aunque de vez en cuando se les criticaba por ello, no habían dicho ni pío, pero últimamente tanto LeBron James como Kobe Bryant han prometido protestar durante los juegos olímpicos contra la política china en Darfur y contra los abusos de este país contra los derechos humanos. Me parece bien, por supuesto, pero que se vayan preparando a contestar preguntas de las prensa china sobre los abusos contra los derechos humanos cometidos también por Estados Unidos en Guantánamo, la cárcel de Abu Ghraib en Irak y demás.

En cualquier caso, es una señal de que, por fin, las cosas están cambiando. El año pasado LeBron James se negó a firmar una carta de su compañero de los Cleveland Cavaliers, Ira Newble, en la que se protestaba contra la política de China en Darfur. Doce de sus compañeros la firmaron, pero no él. En aquel momento la excusa de James fue que tenía que informarse mejor antes (no cual no me parece una mala idea), pero todo el mundo especuló que se trataba más bien del contrato de 90 millones de dólares que tiene con Nike y los intereses de esta compañía en el gigante asiático. Ahora LeBron ha explicado públicamente que ya se considera informado y que protestará, preferentemente en conjunto con el equipo nacional de baloncesto. Según dice, la vida de la gente y los derechos humanos son más importantes que ningún contrato. Kobe Bryant, Steve Nash, Tracy McGrady, Luol Deng, Derek Fisher, Baron Davis, Grant Hill, Derek Fisher, Emeka Okafor y Andrew Bynum, entre muchos otros, se han sumando también al liderazgo deportivo que protesta contra el genocidio cometido por el gobierno sudanés en la región de Darfur. Y todo gracias a la campaña de Ira Newble, quien viajó personalmente (junto con Tracy McGrady, de los Houston Rockets) a los campos de refugiados de Chad, en la frontera con Darfur.

¡Aleluya! Más vale tarde que nunca… a ver si toman nota Michael Jordan, Charles Barkley (quien, en una muestra de abominable falta de inteligencia, le ha criticado a LeBron James aludiendo a los intereses económicos y de expansión de la NBA en China) y compañía. Pero, como digo, que se vaya informando de paso James para poder contestar bien a las preguntas que, sin duda, le van a hacer los periodistas chinos sobre su propio país.

Otro tanto está pasando con actores y actrices de Hollywood, los cantantes, los presentadores de televisión como Brad Pitt, Angelina Jolie, George Clooney, Sheryl Crow, Mia Farrow, Ellen DeGeneres y Don Cheadle, quienes cada vez se muestran más comprometidos con asuntos de carácter sociopolítico. De hecho, hace poco el director de cine Steven Spielberg abandonó su posición de director artístico de los juegos olímpicos en protesta contra la política china en Darfur, donde entre 200.000 y 450.000 personas de minorías étnicas que no son árabes ni musulmanes han sido asesinadas en los últimos cinco años por el gobierno de Sudán y otras 2,5 millones han tenido que huir a campos de refugiados. Si los gobiernos del mundo cierran sus ojos contra tanta atrocidad y crímenes de lesa humanidad, los ciudadanos tendremos que hacer algo.

Y esta nueva actitud no es más que un reflejo de los cambios sociales que se están dando en Estados Unidos. Recuerdo que lo primero que me sorprendió al venir a este país hace ya diecisiete años fue el total desinterés de mis nuevos alumnos por la política y, en general, por lo que pasaba en el mundo. Yo venía de la Universidad Complutense, donde habíamos perdido medio año de clases en el año escolar 1986-1987 en protestas contra las reformas educativas y contra la primera guerra del golfo, y me sorprendió que en el campus de la Universidad de Georgia donde yo estaba se evitara hablar de política y no se perdiera ni una sola clase por huelgas.

En la universidad norteamericana, por lo que yo vi en aquellos años, se había perdido el compromiso político que tan famoso había hecho en el mundo entero a los campus de Berkeley, Kent State, Luisiana State University, entre muchos otros. Ahora parece que la cosa va cambiando: uno se da cuenta de que, por fin, los alumnos empiezan a estar un poco más informados de lo que pasa más allá de sus fronteras o que, al menos, intentan informarse. Aunque, cada vez más, los periódicos de Estados Unidos están controlados por tres o cuatro corporaciones, existen los blogs de internet y muchas otras maneras de estar al tanto de lo que pasa. Ya no tienen excusa que valga.

Afortunadamente, empieza a existir una conciencia social con respecto al medio ambiente, la política exterior de Estados Unidos, los derechos humanos dentro y fuera de las fronteras, el problema de la inmigración, etc. Esta bienvenida actitud de las nuevas generaciones, que, sin duda, se debe a los infinitos errores de George Bush, empieza a hacerse notar a otros niveles y sectores de la vida norteamericana, incluyendo los deportistas y actores. En fin, como dije antes, más vale tarde que nunca. ¡Gracias, Bush, por despertar la conciencia social de la juventud norteamericana liderando el gobierno menos popular desde que se hacen sondeos!

15 mayo 2008

Las dos caras de las dos monedas: Gasol y Calderón

Artículo de Ignacio López

Esta temporada Gasol y Calderón han sido las dos cabezas visibles del baloncesto español en la NBA. Los demás o bien andan lesionados, o chupan banquillo, o juegan en equipos tan malos que se salen del radar. Veamos sus últimas andanzas.

GASOL: En un agudo comentario a la última entrada de esta bitácora, Enrique señala que ya a las casi 7,30 de la mañana, hora española, apareció un Pau Gasol que decidió el partido con dos jugadas brillantes. Para Enrique (como para los demás) fue una sorpresa: “La verdad es que fue sorprendente dado que en la segunda parte no anotó canasta ninguna y las sensaciones que trasmitía eran de cansancio y un poco de frustración ante Okur”. Este tipo de jugadas, concluye Enrique, elevaría a Gasol a la categoría de gran estrella de la NBA en vez de quedarse en sólo un buen jugador.

En efecto, anoche vimos las dos caras de la moneda: un primer cuarto en el que Gasol se convirtió de nuevo en el hombre invisible y un segundo cuarto en el que dominó. Vuelve a desaparecer en la segunda parte y ya casi al final del partido resurge de sus cenizas. Se podría argüir, en su defensa, que si juegas de pívot, no puedes hacer mucho si los bases y aleros no te la pasan. Sí, pero hay una cosa que ya señalamos en la entrada anterior, que es el lenguaje corporal: a veces pueden pasar seis o siete jugadas sin que Gasol pida la pelota una sola vez; parece, por el contrario, que se contenta con hacer pantallas para sus compañeros de equipo.

De hecho, por aquí se le ha elogiado esa actitud: se preocupa por la victoria de su equipo en lugar de por sus números individuales. Gracias a eso, insisten, se ha acoplado bien y no habrá piques como los que tenía Kobe con Shaq. Algo de verdad hay en eso, pero si quieren ganar el anillo este año, Gasol tiene que ser mucho más agresivo en ataque: como en el segundo cuarto (no como en el primero) y como en los últimos minutos del último cuarto (no como en el resto del mismo). Por cierto, que lo mismo ha leído la última entrada esta bitácora, porque por fin se decidió a entrar al rebote en ataque, ja, ja…

Era obvio que la altura de Gasol y de Odom frustraron bastante a Carlos Boozer en ataque, pero ¿no debería estar pasando lo mismo al otro lado de la cancha? Gasol es mucho más alto que Boozer (me entra la risa con este apellido—significa algo así como borrachín—) y también que Okur. Otro problema que, en mi opinión, tiene Gasol es el mismo que el que tiene Chris Bosh, el compañero de Calderón en los Raptors: les faltan horas de gimnasio. Hubo momentos anoche en que Boozer zarandeaba a su gusto a Gasol y no sé cuantas veces acabó Pau en el suelo. Me comentaba Rodrigo en la última entrada que a veces el catalán parece blando: bueno, pues unas cuantas sesiones de pesas este verano no le harían daño.

Gasol está promediando 20.3 puntos, 8.10 rebotes y 4.8 asistencias en los playoffs (anoche, 21 puntos, 6 rebotes, 8 asistencias y 4 tapones). Son excelentes números, sin duda, pero aun así, uno se queda con la sensación en muchos partidos de que podría haber hecho más. Obviamente, anoche ayudó el hecho de que la prensa y su entrenador llamaron chupón al MVP, que se jugó todas en la prórroga del partido anterior, y por eso decidió confiar en sus compañeros esta vez (hizo, por cierto, un partidazo con 26 puntos, 7 asistencias y 6 rebotes, sin ser individualista en absoluto). Pero insisto: si levanta los brazos interminables que tiene, toma buena posición y exige que le pasen el balón, se lo pasarán. Eso sí, tiene que cuidarse de las pérdidas de balón (tiende a perder el equilibrio), porque los Lakers lo están haciendo de pena en ese apartado. De hecho, les pudo costar el partido y, si hubieran perdido anoche, adiós al sueño, porque a los Jazz prácticamente no se les puede ganar en Salt Lake City. De momento, los Jazz han demostrado que podrían ganar en Los Ángeles, si es que hay un séptimo partido.

CALDERÓN: Pasando al otro español visible de la NBA, en otro comentario a la última entrada, Cristina me pregunta qué es lo que pienso de las declaraciones de Calderón, en las que asegura que juegue donde juegue al año que viene quiere salir de titular. A Cristina le sorprende la falta de espíritu deportivo y de compañerismo, pero sospecha, acertadamente creo yo, que por detrás hay probablemente un interés pecuniario. Así es. Calderón está negociando con esas palabras su próximo contrato, que espera que sea mucho mayor que el actual… y la verdad es que por cómo ha jugado este año (especialmente la racha en que andaba lesionado T.J. Ford) se lo merece.

Las declaraciones sorprenden más aún porque tanto la prensa estadounidense como la canadiense lo pintaron como el bueno de la película cuando, el 26 de marzo, voluntariamente le propuso a su entrenador, Sam Mitchell, que Ford saliera de titular para que mejoraran las cosas en el equipo, que por aquel momento no iba muy bien que digamos. La afición canadiense aplaudió el gesto, pero me temo que acaba de estropear esa buena imagen de deportividad (¿es que su representante le está metiendo presión para que hable?).

En cualquier caso, si los Raptors lo han hecho mal en los playoffs, el problema no ha estado, me parece a mí, en la posición de base. Si juntas las estadísticas de Ford y Calderón al final de cada partido, tienes 19 puntos y 16.5 asistencias para esa posición. No está nada mal, ¿no? Si miras sólo los números, en realidad es como tener a Chris Paul de base. Son dos estilos muy diferentes, pero que parecen compaginarse bien.

El problema no es sólo que, en el fondo, tengan celos el uno del otro. Es que ven a Chris Paul o a Deron Williams, que se llevan todos los titulares, y piensan: así podría estar yo. Ahora bien, ni el uno ni el otro son Paul ni Williams. Por ahora, no están a ese nivel ni creo yo que lleguen a estarlo nunca. Tanto se había hablado de la amistad y el respeto mutuo entre Ford y Calderón y de repente, se lesiona Ford y Calderón se da cuenta de que se habla de él en los titulares, que los aficionados lo prefieren a él y la prensa canadiense lo llama Saint José, que se lo elogia, que es el quinto en asistencias de la liga y se siente cómodo con las riendas en la mano. De repente, se le nubla la vista, ¿serán cataratas? ¡No! Son dos símbolos de dólar, un $ en cada ojo. No more Mr. Nice guy, que dicen por aquí. Llega la hora de la negociación de un nuevo contrato.

publicado en El Adelantado de Segovia

12 mayo 2008

Divagaciones

artículo de Ignacio López Calvo

1. Si Kobe estaba lesionado de la espalda en el último partido, ¿por qué no le pidió Phil Jackson a otro que se la jugara? A veces me parece que Jackson se contenta con criticarle después de los partidos en vez de imponer su ley como entrenador que es.

2. Gasol esta vez jugó mejor, 23 puntos y 10 rebotes, pero ¿soy yo el único que ha notado que a veces pasa de ir al rebote cuando tiran sus compañeros? Bueno, al menos se redujeron las pérdidas de balón (5 en el penúltimo partido).

3. Ha pasado en pocos días de ser una cara desconocida y estar en el punto de mira de todos; de ser una promesa a una estrella indiscutible; le gusta el baloncesto… No, no es Barack Obama, sino Chris Paul. Parece que hay un acuerdo unánime: se ha convertido en el mejor base de la liga con su estilo “playground” pero tomando siempre la decisión correcta.

4. Lo mejor que he visto en los playoffs por ahora fue el duelo entre Chris Paul y Tony Parker del penúltimo partido. Cada día estoy más convencido de lo infravalorado que está Parker, el MVP de las finales del año pasado.

5. En el último partido, Gregg Popovich tomó la acertada decisión de poner a su mejor defensor, Bruce Bowen, a cubrir a Peja Stojakovic y lo secó. Se ve que pensó que como a Chris Paul no lo iba a poder parar de ninguna forma, mejor eliminar los triples del servio.

6. Los Spurs deben de andar preocupados. Está visto: tanto en la temporada como en los playoffs que el que juega en casa gana de 20 puntos. Dado que, de llegar a los 7 partidos, se jugaría en Nueva Orleáns, parece que los dioses estarán del lado de Luisiana.

7. ¿D’Antoni a los Knicks? Pues sí, es un gran entrenador, pero su filosofía de “Run and Gun” simplemente no puede funcionar con los jugadores que tienen los Knicks. Por mucho que le paguen, en vez de a Nash, Barbosa, Stoudemire y compañía, tendrá a unos paquetes de cuidado. Mejor le habría ido en los Bulls, pero se inclinó por el dinerito…

8. Los Orlando Magic han perdido por una canasta ya varias veces. Peor suerte no pueden estar teniendo.

publicado en eladelantado.com

10 mayo 2008

Ignacio López, nuevo colaborador de El Quinto Cuarto

Los artículos y comentarios de Ignacio López aparecerán, a partir de ahora, en El Quinto Cuarto. Ignacio trabaja como profesor universitario en Estados Unidos y tiene su blog sobre la NBA en El Adelantado de Segovia.

En su primera colaboración nos habla de los últimos traspasos en el oeste (Gasol, Kidd, Shaq) y su influencia en los resultados y el futuro de sus equipos.

¿Phoenix Suns? El verdadero fénix está en San Antonio - 02/05/2008

Nada más anunciarse el traspaso de Gasol a los Lakers, se produjeron unos cuantos ataques de pánico en la liga que se tradujeron en los fichajes de los abueletes Shaq y Kidd, por los Suns y los Mavericks respectivamente. Como ya expuse en anteriores artículos que mencionaban este efecto dominó, en su momento me pareció que se habían precipitado y que ambos equipos, sobre todo los Suns, se envejecían y empeoraban con los intercambios de jugadores. Creo que los resultados de la primera ronda de los playoffs han borrado cualquier tipo de dudas: más les habría valido haberse quedado como estaban, como hicieron los todopoderosos Spurs (que sólo ficharon a Kurt Thomas) a pesar de que su entrenador puso el grito en el cielo al enterarse de que los Lakers se llevaban a Gasol prácticamente gratis.

Al contrario que los Lakers, que tienen un equipo joven y con un futuro sin límites, los Suns y los Mavericks se apostaron todo o nada a esta temporada: o ganaban ahora o sanseacabó. Los Mavericks son ahora no sólo el equipo que más paga a sus jugadores de la liga sino también el segundo equipo más viejo (Kidd tiene 34 años). En el caso de los Suns, ahora el tercer equipo más viejo de la liga, tampoco Nash (también de 34 años) y Shaq se van a hacer más jóvenes de la noche a la mañana. Creo, sinceramente, que si no hubiera sido por el fichaje de Gasol, no se habrían atrevido a cometer tamaños errores y, para el año que viene, ninguno de los dos va a llegar muy lejos. De momento, los entrenadores de ambos equipos ya están pagando las consecuencias.

Chris Paul, de 22 años, es hoy por hoy mejor que Kidd y Nash, los dos mejores bases de su generación. El futuro está, por tanto, en otros lares. En contraste, los Spurs, de los que en artículos anteriores decía yo que se les veía viejos este año, parecen haber vuelto a resucitar una vez más en el momento más oportuno: los playoffs. ¿Phoenix Suns? El verdadero fénix, Tim Duncan, está en San Antonio y resurge de sus cenizas cuando más hace falta. Dado lo bien que siguen defendiendo y el buen estado de ánimo general (sin contar la seguridad que te da ya el tener 4 anillos en los dedos), el equipo, con casi 32 de años de promedio, podría convertirse en el equipo más viejo en ganar un campeonato en la historia de la NBA. Para eso, claro, tendrán que pedir permiso a los Celtics y a los Lakers, si no a algún otro equipo, pero posibilidades haylas.

Publicado en El Adelantado de Segovia