Artículo publicado en Libertad Digital (18/02/2007)Este fin de semana se ha celebrado, como cada año desde hace ya cincuenta y seis, la fiesta de la NBA. En torno al partido de las estrellas se han ido añadiendo, temporada tras temporada, multitud de eventos. Primero fueron los concursos de mates y triples, y luego el partido entre los jugadores de primer y segundo año, el concurso de habilidades, el de tiro por equipos, etc. Cada uno de los inventos, por supuesto, patrocinado por la marca de turno. El problema es que baloncesto, lo que es baloncesto, este año se ha podido ver poco, como demuestra el último invento de la organización: una carrera entre un árbitro de sesenta años y el "Gordo" Barkley. Ganó el aspirante a gobernador de Alabama.
En la madrugada del viernes tuvimos la ocasión de ver la segunda participación de un español en el All-Star. Tras la intervención del año pasado de Gasol en el partido "grande", Garbajosa participó este viernes, como actor secundario, en un partido que tenía poco que ver con su estilo de juego. El encuentro fue un auténtico correcalles –preludio de lo que nos esperaba en el fin de fiesta– y acabó con una anotación de 155-114 a favor de los "veteranos". En el otrora esperado concurso de mates Gerald Green, el alero de Boston, se impuso a Nate Robinson, el campeón del año pasado, en una nueva demostración de que cada vez es más complicado sorprender al personal, y de que debemos seguir esperando la aparición de un sustituto para Michael Jordan, Julius Erving o Dominique Wilkins (miembros del jurado junto a Vince Carter y Kobe Bryant). En el concurso de triples se impuso Jason Kapono, el alero de Miami, logrando 24 puntos, que suponen la segunda marca de la competición, empatado con Mark Price y tras Craig Hodges. Es de esperar, a partir de este título, a Kapono le den más bola en Florida.
En cuanto a lo que debía ser la demostración de lo que son capaces de hacer los mejores jugadores del mundo, el verdadero All-Star, acabó con paliza a favor del combinado representante de la Conferencia Oeste. La ausencia de defensas y el poco espíritu de juego de equipo acaba provocando que el único interés sea el de conocer el nombre del MVP de la fiesta. Además, por exigencias del guión, el nombre siempre sale de entre los tres o cuatro favoritos. Kobe Bryant ya tiene otro galardón más (segundo MVP del All-Star Game) para su larga lista.
Como muchas otras veces, la noticia también estuvo fuera de la cancha: don Pedro Ferrándiz ha sido elegido como aspirante para integrar el Salón de la Fama de Springfield; Scottie Pippen, a sus más de cuarenta y un años, amenaza con volver a las canchas de la NBA, y es que parece que le sigue persiguiendo la sombra de Jordan; Tim Hardaway fue expulsado del evento por sus declaraciones homófobas (como siempre sucede en estos casos las disculpas llegaron tarde). Por último, y para regocijo del espectáculo, se anunció la nueva visita de la NBA a España: esta vez serán Málaga y Madrid las sedes de los encuentros amistosos, y Toronto y Memphis los invitados. Esperemos que vengan más entrenados que este año.