Washington era en aquel entonces uno de los principales exponentes de una nueva raza de jugador creada en los gimnasios. A base de pesas, Washington compensaba sus carencias técnicas y así logró ganarse un puesto en el quinteto inicial de los Lakers, su misión: ser el guardaespaldas de Kareem. Tomjanovich, en cambio, era una estrella de la NBA, uno de los mayores anotadores de la liga y principal estrella de los Houston Rockets.Ambos jugadores provenían de hogares humildes y ambos lograron escapar del destino con un balón en las manos. Esa parte corresponde al antes, aquel terrible golpe también tuvo un después que no sólo tuvo repercusiones en las carreras deportivas de los protagonistas sino que también afectó a sus vidas privadas y llegó a motivar el endurecimiento de las regulaciones de la liga. Treinta y cinco años después Washington y Tomjanovich siguen perseguidos por aquel estruendo.
The Punch: One Night, Two Lives, and the Fight That Changed Basketball Forever