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19 febrero 2007

All-Star Weekend


Artículo publicado en Libertad Digital (18/02/2007)

Este fin de semana se ha celebrado, como cada año desde hace ya cincuenta y seis, la fiesta de la NBA. En torno al partido de las estrellas se han ido añadiendo, temporada tras temporada, multitud de eventos. Primero fueron los concursos de mates y triples, y luego el partido entre los jugadores de primer y segundo año, el concurso de habilidades, el de tiro por equipos, etc. Cada uno de los inventos, por supuesto, patrocinado por la marca de turno. El problema es que baloncesto, lo que es baloncesto, este año se ha podido ver poco, como demuestra el último invento de la organización: una carrera entre un árbitro de sesenta años y el "Gordo" Barkley. Ganó el aspirante a gobernador de Alabama.

En la madrugada del viernes tuvimos la ocasión de ver la segunda participación de un español en el All-Star. Tras la intervención del año pasado de Gasol en el partido "grande", Garbajosa participó este viernes, como actor secundario, en un partido que tenía poco que ver con su estilo de juego. El encuentro fue un auténtico correcalles –preludio de lo que nos esperaba en el fin de fiesta– y acabó con una anotación de 155-114 a favor de los "veteranos". En el otrora esperado concurso de mates Gerald Green, el alero de Boston, se impuso a Nate Robinson, el campeón del año pasado, en una nueva demostración de que cada vez es más complicado sorprender al personal, y de que debemos seguir esperando la aparición de un sustituto para Michael Jordan, Julius Erving o Dominique Wilkins (miembros del jurado junto a Vince Carter y Kobe Bryant). En el concurso de triples se impuso Jason Kapono, el alero de Miami, logrando 24 puntos, que suponen la segunda marca de la competición, empatado con Mark Price y tras Craig Hodges. Es de esperar, a partir de este título, a Kapono le den más bola en Florida.

En cuanto a lo que debía ser la demostración de lo que son capaces de hacer los mejores jugadores del mundo, el verdadero All-Star, acabó con paliza a favor del combinado representante de la Conferencia Oeste. La ausencia de defensas y el poco espíritu de juego de equipo acaba provocando que el único interés sea el de conocer el nombre del MVP de la fiesta. Además, por exigencias del guión, el nombre siempre sale de entre los tres o cuatro favoritos. Kobe Bryant ya tiene otro galardón más (segundo MVP del All-Star Game) para su larga lista.

Como muchas otras veces, la noticia también estuvo fuera de la cancha: don Pedro Ferrándiz ha sido elegido como aspirante para integrar el Salón de la Fama de Springfield; Scottie Pippen, a sus más de cuarenta y un años, amenaza con volver a las canchas de la NBA, y es que parece que le sigue persiguiendo la sombra de Jordan; Tim Hardaway fue expulsado del evento por sus declaraciones homófobas (como siempre sucede en estos casos las disculpas llegaron tarde). Por último, y para regocijo del espectáculo, se anunció la nueva visita de la NBA a España: esta vez serán Málaga y Madrid las sedes de los encuentros amistosos, y Toronto y Memphis los invitados. Esperemos que vengan más entrenados que este año.

11 febrero 2007

Copa del Rey Málaga 2007, una final sin historia


El primero de los títulos de la temporada tiene ya dueño, pero la noticia es que el mejor equipo de la liga ACB ha perdido ante la, hasta ahora, decepción; cosas del torneo del K.O., que no permite fallos. El F.C. Barcelona derrotó por 69-53 al Real Madrid, que se vuelve a quedar, y ya van quince, sin su título maldito. Málaga, el escenario del desastre, se ha convertido en territorio gafe para la sección de baloncesto madridista: fue la sede de la final de Copa del año 2001 en la que se dio a conocer ante el gran público un tal Pau Gasol (aquel año andaba por ahí Jerry West, cuando todavía se dedicaba a eso del baloncesto) e igualmente fue testigo de la victoria blaugrana en la primera edición de la Supercopa, cuando un error de Bullock dejó en bandeja el título a Bodiroga. Louis Bullock, el tantas veces salvador del Madrid, ha sido el reflejo del gris juego del conjunto madridista, en el que solamente su capitán, Felipe Reyes, secundado por Alex Hervelle, parecía mostrar ganas y algo de acierto para seguir la lucha hasta el final.
logo copa del rey malaga 2007
Los dos finalistas llegaron al partido decisivo de maneras bien distintas. Mientras el Barcelona solventó sin problemas sus partidos ante el anfitrión Unicaja y ante la Penya, el Real Madrid sufrió hasta el final para derrotar a Canarias y Tau (ante los vitorianos también comenzó encajando un parcial de 7-0). En la final, el Real Madrid echó el partido por la borda con un primer cuarto esperpéntico (sólo cinco puntos anotados), en un remedo idéntico del juego griego ante los nuestros en la final de la Copa del Mundo. Quizás Navarro, protagonista de la hazaña japonesa, dio a sus compañeros la clave de cómo ganar un partido en el primer cuarto; en todo caso, demostró una vez más, ante los ojeadores de la NBA, que su sitio está en la mejor liga del mundo y que no es solamente una maquina de anotar, algo de lo que puede dar fe Bullock, al que el escolta catalán secó cuando coincidieron en la cancha. Alguien también habrá anotado otro nombre: Trías, el MVP de la final.

A veces, ante resultados ajustados, es necesario acudir a las estadísticas del partido para buscar el porqué de un marcador, en el caso de esta final no se puede pasar por el alto el dato de los horribles porcentajes de tiro madridistas, motivados por la excelente defensa culé, pero podemos además fijarnos en las faltas cometidas por los blancos –una menos que el Barça– para pensar si no habrá sido una de las claves la falta de espíritu de lucha de algunos jugadores merengues, que tuvieron en su descargo el cansancio acumulado por contar con un día menos de descanso que los blaugranas.

La Copa del Rey marca el meridiano de la temporada regular que, hasta ahora, había tenido un dominador claro. Está por ver si la derrota malagueña –sin duda de las que duelen– tiene consecuencias en el juego y, sobre todo, en la mentalidad del equipo merengue, que hasta ahora se ha sobrepuesto a todos los inconvenientes que se le han aparecido por el camino. Cuestión de carácter. Lo que sí parece es que se puede contar con el Barcelona en la lucha por la ACB.

Artículo publicado en Libertad Digital (11/02/2007)

04 diciembre 2006

Pau Gasol, walking in Memphis

Se anuncia el próximo retorno de Pau Gasol a las canchas de la NBA al mismo tiempo que crecen los rumores de un traspaso de la estrella española. Pau ha dejado entrever últimamente tanto su malestar ante el actual potencial de su equipo como sus deseos de conseguir en la NBA algo parecido a lo logrado con la selección española. Después de haber sido el principal artífice de que los Grizzlies fuesen un equipo ganador, sus esfuerzos se han ido por el desagüe. La lesión sufrida por el pívot en el campeonato del Mundo ha sido un obstáculo, pero el gran problema ha sido que los técnicos y directivos no han dado ni una (como ejemplo el traspaso de Battier a Houston o la ausencia de refuerzos de calidad para esta temporada). Para culminar el desaguisado el general manager Jerry West se ha permitido despreciar la calidad del mejor jugador, de largo, de su equipo: "Sí, ese jugador muy bueno pero que no es la estrella de los Grizzlies".

La franquicia de Memphis está siendo objeto de negociaciones encaminadas a su venta, entre su propietario, Heisley, y un grupo inversor encabezado por Brian Davis y el ex dream team Christian Laettner. El acuerdo no está cerrado y, para regocijo de los compradores, el precio cada vez será más bajo: el año pasado el ejercicio se cerró con un déficit de treinta millones de dólares, los resultados –es el peor equipo de la liga y de los que menos anotan– o la escasa asistencia de público a la cancha – nuevamente sus registros son los peores de la liga– hacen que el producto se devalúe. Hay motivos más que suficientes para que Mike Fratello no se coma el turrón y puede que Gasol tenga otro entrenador cuando pueda volver a las canchas.

La rapidez con que Pau recupere su estado de forma será clave para que los rumores sobre un traspaso se materialicen. Según todas las informaciones los nuevos compradores favorecerían la operación, deseosos de deshacerse del alto sueldo que percibe el jugador catalán. Los Celtics –¿estamos ante el primer acierto de Danny Ainge?– o los Bulls parecen los equipos mejor colocados para lograr su fichaje, tanto por su fácil encaje en ambas plantillas como porque se encuentran en mejor disposición que otros equipos para cumplir con las enrevesadas normas de la NBA sobre fichajes. En todo caso, la solución la tendremos en febrero con el cierre del mercado de traspasos.

Gasol tiene otro objetivo a corto plazo: volver a jugar, por segundo año consecutivo, el All-Star. Los aficionados pueden votar por sus jugadores preferidos en la web de la NBA. Una recomendación: si algún lector decide que Gasol merece estar en esa fiesta debería votar por jugadores menos famosos o por jugadores que estén en la lista, como Kenyon Martin, pero que no podrán disputar el evento por estar lesionados. Cuantos más votos obtengan los candidatos "débiles" mayores posibilidades tendrá la estrella de Sant Boi de disfrutar de la segunda alegría del año; la primera será ponerse los zapatos de gamuza azul y coger el avión para salir de Memphis.

Artículo publicado en Libertad Digital (03/12/2006)

12 noviembre 2006

Globalisation is good

En las plantillas de la ACB hay jugadores de todo el mundo mundial. El fenómeno también es observable, cada vez más, en los equipos de base de esos mismos clubes. Basta el ejemplo del Estudiantes, sinónimo de cantera, que ha echado la caña allende nuestras fronteras, y como resultado las jóvenes promesas de Magariños se apellidan igual Clark o Sanikidze que Suárez. Las particulares condiciones físicas que requiere el baloncesto, o sea ser más bien talludito, hacen que las prospecciones en busca de talentos –y sobre todo de centímetros– no se den con la misma frecuencia en otros deportes.

Frente a la aspiración de los clubes de conseguir una total libertad de contratación se alza la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP) –obviamente no tiene competencias en el ámbito amateur– que pugna por la reducción del número de estos inmigrantes de primera soslayando, cuando ha hecho falta, la libre circulación de personas y profesionales en la Unión Europea. La otra cara de la moneda es la de los jugadores jóvenes españoles, que emigran a jugar en las ligas universitarias estadounidenses, o los no tan jóvenes que juegan en las ligas de media Europa.

La patronal de la canasta se ha tenido que plegar, repetidamente, a las exigencias sindicales cuando ha llegado el momento de firmar el convenio colectivo de turno. Actualmente los clubes tienen la obligación de tener en sus plantillas a un mínimo de cuatro jugadores seleccionables. Ese número se estableció en mayo de 2005 cuando, en medio de los play-off, el sindicato de jugadores convocó una huelga con el reclamo de que "el jugador de baloncesto español está discriminado". La ABP ha ondeado la bandera de la selección como principal apoyo a sus pretensiones: "sin oportunidades para los españoles la selección se resentirá". Pero, pasmémonos, con una liga plagada de jugadores no seleccionables el equipo nacional ha sido campeón del mundo y, en cambio, cuando los clubes tenían dos o un extranjero no ganábamos nada. ¿Dónde está el truco?

Antes de la creación de la liga ACB los clubes únicamente podían alinear a un foráneo. Don Lolo Sainz, por ejemplo, ante la obstinada resistencia de las madres españolas a traer al mundo a pivotes dominantes, tuvo que mandar a Walter Szczerbiak, todavía poseedor del record de anotación de la "primera división" y padre del segundo madrileño en la NBA, a jugar sólo en Copa de Europa. Con la ACB llegó el segundo extranjero y, consecuentemente, el salto de calidad de la competición y la reducción de las distancias entre las plantillas. Ese aumento de calidad contribuyó a mejorar el nivel de los jugadores españoles. El efecto negativo de la apertura de las fronteras es la llegada de auténticos "paquetes"; se supone que para evitarlo están los responsables de las contrataciones.

En el caso de la NBA parece que contar con los mejores talentos de fuera de EEUU también contribuye a mejorar el nivel de la competición. ¿Nos imaginamos al comisionado Stern limitando el número de jugadores no estadounidenses de las plantillas? Al resto de las ligas profesionales les encantaría. El Barcelona seguiría contando con Gasol o el TAU con Calderón, aunque no serían tan buenos como lo son ahora. Los buenos jugadores españoles juegan en la ACB, en la NBA y en el patio de su casa. Como dice Johan Norberg: globalisation is good.

Artículo publicado en Libertad Digital (12 de noviembre de 2006)

José Carlos Rodríguez, ha tenido a bien comentar el artículo en su bitácora La hora de todos. Gracias, chaval.

10 octubre 2006

¿Será 2007 el año del baloncesto?

Pepu Hernández lo dejó claro en la celebración de Plaza de Castilla: "BA-LON-CES-TO". Veintidós años antes, el equipo nacional de Díaz-Miguel se colgó la plata olímpica en Los Ángeles tras perder por 31 puntos contra los anfitriones, que contaban entre sus filas con unos universitarios apellidados Jordan, Ewing o Mullin. Entonces, Fernando Martín, Epi, Corbalán o De la Cruz tuvieron que mirar a los guiris desde el escalón de abajo. En el recién finalizado Campeonato del Mundo, la FIBA privó de ese gustazo a los nuestros y permitió que el enésimo pseudo-dream team saliera por patas de Japón. Aquellos madrugones del 84 significaron el despegue del deporte de la canasta en nuestro país: la recién nacida Liga ACB, los dos extranjeros por equipo, los carruseles radiofónicos de baloncesto, etc. El crecimiento de la competición nacional corrió en paralelo a los traspiés y decepciones de la selección culminados con el desastre ante Angola en Barcelona 92. Aquella decepción marcó el fin del boom hasta que la aparición en Lisboa de los Júniors de Oro –¡con Gasol en el banquillo!– nos hizo concebir nuevas esperanzas. A día de hoy sólo la selección ha logrado traspasar la barrera que separa al aficionado de toda la vida del gran público, ese público tan necesario para que la liga profesional vuelva a por sus fueros.

Cuatro españoles jugarán en la NBA la temporada que viene. A Gasol y Calderón se les unen Sergio Rodríguez (Blazers) y Jorge Garbajosa (Raptors), mientras aquí las plantillas se rellenan con jugadores extranjeros de usar y tirar haciendo que el aficionado no se pueda identificar con su equipo. Hubiesen podido ser cinco si el Barcelona no hubiese frenado a la "Bomba" Navarro, que deberá esperar un año más. El año próximo puede ser el turno de Rudy, sin olvidar que le pueden acompañar jugadores como Scola o Splitter, por ejemplo. En EE. UU., los españolitos serán una mínima parte de la creciente legión extranjera y, por supuesto, tendrán que pagar su peaje: el hacerse a una forma de jugar mucho más física e individual que aquella a la que están acostumbrados, el no tener nombre en una competición donde se respetan demasiado las jerarquías, la aclimatación a la vida en un país muy diferente, los continuos viajes...

Mientras que, en cuanto a calidad técnica, los jugadores europeos o sudamericanos nada tienen que envidiar a sus colegas estadounidenses, hay que reconocer que a nivel organizativo y publicitario seguimos a años luz de la liga estadounidense: las ligas nacionales e internacionales europeas siguen sin ofrecer al espectador razones para engancharse y la fuga de talentos no hace más que agravar el problema. Al baloncesto europeo –y por ende al español– sólo le queda una alternativa en el horizonte: la creación de una verdadera liga profesional continental, o bien la integración de una división europea en la NBA.

Como culminación al nuevo curso baloncestístico, el Eurobasket de 2007 se celebrará en España. Esperemos que la cita europea suponga la confirmación del despegue del mundo de la canasta y que, otra vez, Pepu Hernández pueda contar con los mejores jugadores. Alguien parece tener ya claras sus intenciones y hoy opina lo mismo que opinaba ayer a pesar de las ganas del político de turno de aprovechar el tirón del deporte. Quizás en 2007 al niño malo del famoso anuncio le dará por echar a un angelito de una cancha de baloncesto.

artículo publicado en Libertad Digital (4 de octubre de 2006)