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13 junio 2008

Kobe Bryant: "No jugamos una mierda"

Kobe Bryant of the Los Angeles Lakers drives t...Image via Wikipedia
El titular está traducido libremente de la frase original: “They played great in the third quarter and we played like crap”. Así se despidió de la prensa Kobe Bryant. A la primera pregunta de los periodistas respondió que para recuperarse de algo así, tendrían que beber mucha cerveza, mucho vino y unos cuantos chupitos… unos veinte; y mañana -hoy- a trabajar.

El gesto de cabreo con el que Bryant afrontó la rueda de prensa posterior al partido es impagable y entendible. No todos los días se dejan escapar 24 puntos de ventaja, y menos en una final de la NBA. Otro momento para recordar de la historia de las finales.

Ahora lo que hace falta es que sus compañeros se pongan las pilas, igual que él y Phil Jackson, al que le están cayendo palos, justificados, por sus decisiones, sobre todo a la hora de las rotaciones.

Hace 25 años Larry Bird dijo algo parecido tras perder un partido en la final contra los Lakers; habían jugado como unas nenazas. El partido siguiente sus compañeros pillaron la indirecta y Kurt Rambis casi sale sin cabeza en aquella famosa jugada con Kevin McHale (ahora los tiempos han cambiado y algo similar conllevaría pena de cárcel para McHale). Los Celtics se llevaron aquella final.

¿Qué equipo ha sido capaz de remontar un 3-1 en una final de la NBA?

Ninguno.

06 junio 2008

Solamente puede quedar uno: Magic and Bird

There Can Only Be One: Magic and Bird es el último vídeo que se ha sacado de la manga la NBA para promocionar, aún más, la súper final.

Continúan con la misma idea que ha caracterizado los demás vídeos.

Lo que darían algunos por haber visto a ambos, de cuerpo entero, en sus uniformes de faena ;)


Paul Pierce, el héroe de los Celtics



Hay momentos la historia de la NBA que serán recordados para siempre. El “baby hook” de Magic, el robo y asistencia de Larry Bird a Dennis Johnson en la final de conferencia del 87, la canasta desde el centro de campo de Jerry West… En el primer partido de la final de este año hemos asistido a una de esas historias. Como protagonista, un angelino que creció odiando a los Celtics y que acabó convertido en su capitán. Un traspiés de “The Dream”, y su posterior caída entre gestos de dolor, cambiaron la historia del partido.

Hace unos días veía la final Celtics-Lakers del año 63. En el último cuarto del partido Bob Cousy, el histórico base de los Boston Celtics, se torció un tobillo y parecía que el partido había acabado para él (ya había tomado la decisión de retirarse al final de aquella temporada). Falsa alarma. El capitán volvió a salir a la cancha y los Celtics se llevaron el campeonato.

Aquella actuación de Cousy, tras su percance, no fue igual de decisiva que la de Paul Pierce en el partido de esta noche y, por supuesto, ni la mitad de dramática. Los gestos de dolor de Pierce, su traslado en volandas al vestuario, la silla de ruedas… Quizás cuando haya pasado esta final nos aclarará todo pero, hasta entonces, vamos a hablar más de este “momento Pierce” que del propio partido que, por cierto, se lo llevaron los de Boston. A unos cuantos jugadores retirados que comentan las finales para las distintas cadenas de televisión, lo del capitán de los Celtics les pareció algo fuera de lugar.

Hay momentos en los que hay que dar la vuelta a un partido como sea.

03 junio 2008

¿Qué camiseta llevaremos los célticos?

magic johnson y larry bird
authenticsportscollectibles.com

Con unos últimos años en los que la final de la NBA había alcanzado niveles mínimos en cuanto al interés del espectador, lo que nos ha caído del cielo es un verdadero regalo. Hay quien opina que es un regalo… del señor Stern, que dispuesto a que el espectáculo no se le viniese abajo decidió ponerse manos a la obra, y habría ayudado “en todo lo posible” para que la final mítica volviese a producirse. Suponemos que la perspectiva de ver una final Detroit San Antonio le habría puesto los pelos de punta.

Las comparaciones con las finales de los ochenta, y antes de los sesenta, entre Boston y Los Angeles las estamos viendo y oyendo en todos los medios de comunicación de masas estadounidenses. Son más las veces que aparecen los rostros de Magic o de Bird en televisión, que las ocasiones en que lo hacen los de sus sosias del siglo XXI Bryant y… ¿Pierce, Garnett? Seguramente lo único que falta para que el espectáculo sea total es que los Celtics tuviesen un jugador capaz de discutirle a Kobe su posición como mejor, y más carismático jugador de la liga. No todo puede ser perfecto.

El comienzo de las retransmisiones televisivas de la NBA en España, hace ya más de veinte años, coincidió con esa época en la que Magic y Bird dieron nuevos bríos a la NBA. Cómo consecuencia, toda una generación de aficionados españoles se decantaron mayoritariamente por uno de esos dos equipos. A los que nos decidimos por los Celtics podemos decir que el destino nos ha jugado una mala pasada ¿Quién se hubiera imaginado entonces que veríamos de purpura y oro a un tío de Sant Boi de Llobregat? ¿A quién animaremos los célticos el jueves?

Todas esas serán cuestiones que intentaremos olvidar cuando el próximo jueves se lance el balón al aire. El tiempo dirá si esta final podrá pasar a la historia, y si es la antesala de una nueva reedición del más mítico duelo entre dos míticos equipos.

01 junio 2008

¿Qué hacía Jerry West en la celebración de los Lakers?


Tras el partido en el que los Lakers se proclamaron campeones de la conferencia oeste y, por ende, finalistas de la NBA, tuvo lugar la ceremonia de entrega del trofeo a los campeones. En el centro del campo, una de las figuras históricas de la NBA, Jerry West, hizo de maestro de ceremonias, micrófono en ristre. A su lado un sonriente Kobe Bryant.

Jerry West es toda una leyenda de los Lakers, y en la actualidad trabaja como consultor de los Grizzlies. Es, por ello, uno de los responsables de que Pau juegue en el Staples ¿Acaso se merecía alguien más el honor de celebrar desde el centro de la cancha el éxito de los Lakers?

A uno le queda la duda si el señor West sigue pensando aquello que dijo hace algo más de un año: “Sí, ese jugador muy bueno pero que no es la estrella de los Grizzlies”. Se refería a Pau Gasol. Quizás sigue opinando lo mismo, y por eso mandó al catalán a California con un lazo. O quizás no, puede que después de aquello cambiase de opinión y decidiese que Pau estaría mejor en Los Angeles con sus amados Lakers. En cualquiera de los dos casos: extraña la presencia del “consultor” de los Grizzlies en el Staples.

31 mayo 2008

¿Kobe-Gasol-Odom o Garnett-Pierce-Allen ?

Ignacio López

(Jotaeme:)
Gracias por la aclaración, Ignacio. Así aprendo porque,en el fondo, uno es un párvulo. Por cierto que, esta mañana, he visto en Digital+ unas estadísticas del cruce Duncan-Gasol y el pivot de SAS baja muchísimo con respecto a su media estadística en play off. Su porcentaje de tiro frente a Gasol pasa de un 44% a un 33%. A eso me refería, cuando dije que Gasol, aunque no luzca mucho, puede dar por cul... al más pintado y que no es tan blandito como parece, aunque los árbitros lo maltraten, como han hecho con LAL en este último cruce ¿o no habeis visto las poquísimas veces que Kobe ha ido a la línea de tiro? Estoy deseando ya de que llegue el 5 de junio.

(Ignacio:)
Sí, hubo una jugada en concreto en el último partido en que Gasol le puso dos tapones seguidos. Y lo que no sale en las estadísticas, son todas las intimidaciones que desvían el tiro. A mí donde de verdad me parece blando no es tanto en defensa (aunque todavía no es ningún Kevin Garnett), sino en ataque, donde debería ir con más decisión al aro, como sabe hacer. Curiosamente, ahora que menciono a Garnett... ¿os habéis dado cuenta de que quedó tercero en la votación de MVP y sus números prácticamente idénticos a los de Gasol? Es curioso...

Los Lakers y los Celtics se han enfrentado ya en 10 ocasiones en la final con nada menos que 8 victorias para los de Boston. Eso sí, los Lakers han estado muchas más veces en la final con 29 veces. Los Celtics son los segundos. Te aseguro que David Stern, el commissioner de la NBA, se debe de estar frontando las manos porque los Lakers y los Celtics tienen todo el glamour que al parecer les falta a los Pistons y sobre todo a los Spurs. Aparte de que arrastran años de historia aunque, los que tenéis menos de 25 años, seguramente no sabéis de qué estamos hablado, porque hace dos décadas que se juntaban en las finales.

Quitando a los Bulls (gracias a Jordan), ningún equipo de la NBA tiene el reconocimiento internacional que tienen los Lakers y los Celtics. En cuanto a experiencia, Kobe y Fisher tienen varios anillos, mientras que el resto del equipo entre poco y nada (me refiero a en la NBA). Por parte de los Celtics, el gran trío Garnett, Allen, Pierce, tienen los tres la experiencia de haber llegado a las finales de su conferencia, pero nunca a las de la NBA. Un dato importante, claro, es que los Lakers tienen al mejor jugador de la liga y al que todos los entrenadores de la liga querrían tener en su equipo con el balón en sus manos en los últimos segundos. Nadie en la NBA cierra un partido como él. Creo que esta final va a responder a la pregunta: ¿Cuál es mejor trío Kobe-Gasol-Odom o bien Garnett-Pierce-Allen?

Por cierto, y volviendo a Garnett, aunque quedó tercero en la votación de MVP, cualquiera que haya visto estos playoffs y que mire quién ha sido el máximo anotador tanto en la temporada regular como después (incluyendo 41 puntos en un partido clave contra LeBron) puede cuestionar si el MVP de los Celtics es realmente Pierce y no Garnett. El número tres, claramente, es Allen, quien parece haber despertado por fin del letargo después de varios partidos lamentables.
Publicado en El Adelantado de Segovia

30 mayo 2008

Primer español en la final de la NBA

Artículo de Ignacio López

Gasol empieza el partido con un par de mates pero también con un par de tiros de los “blanditos” por los que tanto se le ha criticado últimamente; en total, lleva un parcial de 2 canastas de 9 intentos (sólo tiró a canasta 7 veces en 37 minutos en el último partido). Acaba el primer cuarto con un marcador de 28-15 a favor de San Antonio. La historia dice que cuando se va perdiendo 3-1, la suerte está echada, pero no hace mucho que los Lakers ganaban a los Suns 3-1 y acabaron perdiendo esa eliminatoria. Lo dicho: conviene no ponerse a celebrar antes de tiempo…

Los Spurs les han metido un parcial de 20-3 a los Lakers. Barry, que tuvo quizá el partido de su vida anteayer con 23 puntos (récord en los playoffs para él), incluyendo 5 triples, acaba de meter un triple. Los Lakers han metido sólo 7 de 27, pero Jackson, con su habitual valentía, sigue con Kobe en el banquillo. Se acaba el segundo cuarto y, de pronto, los 17 puntos de ventaja de los Spurs se han quedado en 6. Pero, al menos, los 10 puntos de Michael Finley parecen indican que los Spurs por fin van a conseguir algo de ayuda de su banquillo cuando juegan fuera de casa.

Pau lleva 3 de 11, pero con 6 rebotes ofensivos. Lo que es seguro es que el jugar contra Duncan en esta serie es el mejor clínic que se le puede dar. Cuando queda un minuto para que se acabe el tercer cuarto (en donde suelen perder los Spurs los partidos en estos playoffs), los Lakers se ponen por un punto arriba.

Empieza el último cuarto: gracias, Phil Jackson, por no sentar a Kobe en el banquillo. Creo que con esa decisión pones al equipo en una posición clara para ganar el partido. Kobe está imparable en la segunda parte y se ha puesto al equipo a hombros. Parece que ha decidido que este partido no se le va a escapar: lleva 35 puntos (16 de 30). Ganan de 7 y ya nos hemos olvidado de que perdían de 17.

Gasol ha pillado 19 rebotes (un récord en su carrera en la NBA) y acaba de coger uno ofensivo que puede acabar siendo clave. Acabará el partido con 12 puntos y 4 tapones. Una cosa que no aparece en las estadísticas es que en esta serie Ginóbili y Parker no han metido puntos bajo el aro, como suelen hacer, y creo que eso se debe al factor intimidación en el que tanto Gasol como Odom han hecho un buen papel.

En el otro banquillo los San Antonio Spurs, la franquicia modelo no sólo en baloncesto sino en todos los deportes profesionales norteamericanos, pueden haber llegado al fin de una era. Renovarse o morir. Y la maldición sigue: nunca ganan dos años seguidos.

La última vez que los Lakers estuvieron en la final de la NBA fue en 2004, en la que perdieron contra los Pistons en 5 partidos. No ganan el anillo desde 2002. ¿Será éste el año? Los 39 puntos de Kobe y el juego sumamente irregular tanto de los Celtics como de los Pistons hacen ver las cosas de una manera optimista.

Publicado en El Adelantado de Segovia